Carlos Alcaraz roza la perfección en su estreno en Indian Wells

Carlos Alcaraz ha vuelto a lo grande. El tenista murciano, que se perdió el torneo de Acapulco (México) por una distensión en la pierna derecha, ha comenzado su andadura en el Masters 1000 de Indian Wells, primero de la temporada, con una clara victoria ante el australiano Thanasi Kokkinakis por 6-3 y 6-3, en apenas una hora y 16 minutos.

El tenista de El Palmar, número 2 del mundo, llevaba más de cuatro meses sin competir en pista rápida —la última vez fue el 4 de noviembre de 2022, cuando tuvo que retirarse de los cuartos del Masters de París-Bercy ante el noruego Holger Rune—, pero ha demostrado que se desenvuelve como pez en el agua en este tipo de superficies. Una pista rápida donde Kokkinakis, siete años mayor que el español, es siempre un rival muy peligroso pese a que ahora mismo está situado en el puesto 94 del ranking ATP.

Alcaraz, pupilo de Juan Carlos Ferrero, logra así la victoria número 99 de su carrera como profesional, pese a su corta edad. Está, por tanto, a un triunfo de los 100 en la ATP, que puede conseguir esta próxima semana si derrota al holandés Tallon Griekspoor en segunda ronda.

Había dudas lógicas en torno a Alcaraz, pero el murciano las disipó enseguida en su partido ante Kokkinakis con una poderosa exhibición al servicio, que es una de sus principales armas. Tan sólo necesitó 33 minutos para llevarse el primer set con un 6-3 que refleja su claro dominio en la pista.

Sólo perdió un punto con su saque y constantemente mostró un juego agresivo, lo que le permitió conseguir la rotura en el primer turno al saque de Kokkinakis. Sus aceleraciones con la derecha, unidas a una excelente dejada con el 4-1 a favor en el luminoso, desarmaron al australiano y abrieron el camino al murciano hacia la victoria.

Alcaraz perdonó una bola de rotura en la apertura del segundo set y salió de un delicado 30-30 con su saque en el segundo juego, lo que le permitió evitar que Kokkinakis recuperara confianza. No perdonó su nueva oportunidad de rotura en el tercer juego y selló el break que le lanzó hacia la victoria. Con 3-5 en el luminoso, tras mantener con autoridad sus turnos al servicio, Alcaraz consiguió tres bolas de partido con Kokkinakis al saque. Perdonó las dos primeras, pero aprovechó la tercera para sentenciar el duelo con una elegante volea en la red. Como los grandes.

I love Indian Wells, escribió el murciano en la cámara al acabar su partido, para agradecer el apoyo del público en las gradas, que coreó repetidamente su nombre durante un partido que apenas tuvo historia.