
El español Carlos Alcaraz se llevó con contundencia el duelo generacional contra el italiano Lorenzo Musetti, por 6-3, 6-2 y 6-2. Tan sólo dos horas y ocho minutos le bastaron para plantarse por segunda vez consecutiva en los cuartos de final de Roland Garros.
El número uno del mundo sigue avanzando con paso firme en el torneo parisino y ya conoce a su rival de cuartos de final. Será el griego Stefanos Tsitsipas, quinto del mundo, quien enfrente al murciano tras imponerse a Sebastian Ofner en octavos (7-5, 6-3, 6-0).
Alcaraz consiguió su undécima victoria consecutiva en Grand Slam, donde no pierde desde los octavos de final de Wimbledon del año pasado contra el también italiano Jannik Sinner, en otro de esos duelos de la nueva generación.
"Ha sido un partido complicado por el viento pero también por la agresividad de Lorenzo. Estoy muy contento de haber ganado a un rival tan duro", dijo el español, que consiguió su décima victoria en Roland Garros. También se ganó la ovación de la grada cuando aseguró que lo que busca en el tenis es "divertirse y divertir al público, sonreír y tratar de hacer en la pista cosas increíbles".
No hubo muestras del bajón que había tenido en sus dos duelos anteriores en el segundo set. Fue un torbellino que atenazó a un rival que le había ganado en el único duelo profesional entre ellos, en la final de Hamburgo del año pasado.
Musetti no dio el nivel salvo en el inicio, cuando se colocó 2-0. Una adversidad que enrabietó a Alcaraz, que se apuntó cinco juegos seguidos y nueve de los diez siguientes, para ganar el primer set al italiano, el primero que se dejaba en el torneo, y dejar bien encarrilado el siguiente. Si el italiano había accedido a los octavos por segunda vez en su carrera cediendo solo dos veces su servicio, contra rivales como el británico Cameron Norrie, frente al número 1 del ránking tuvo auténticos problemas para conservarlo. Solo lo ganó cinco veces.
El duelo fue perdiendo en espectacularidad a medida que el italiano fue perdiendo la seriedad y madurez que le llevaron hasta los octavos. Alcaraz no bajó el ritmo, deseoso de superar cuanto antes la ronda, camino de esa semifinal que todo el mundo aguarda contra Novak Djokovic, que también avanzó a cuartos. Ya solo queda un capítulo para vivir la cumbre tan esperada, que tratará de evitar Tsitsipas.