
Un ciclón ha irrumpido este viernes en la Pista Central del All England Club. Carlos Alcaraz ha fulminado al ruso Daniil Medvedev, por 6-3, 6-3 y 6-3 en una hora y 50 minutos, para alcanzar en Wimbledon su segunda final de Grand Slam tras la que disputó, y ganó, el año pasado en el Abierto de Estados Unidos contra Casper Ruud.
Es la undécima victoria consecutiva en la superficie de hierba para Alcaraz, que el domingo se las verá con Novak Djokovic en la esperada final. El número del mundo contra el segundo. El serbio afronta su novena final en Wimbledon, torneo que ha conquistado en siete ocasiones y donde defiende su corona. Nole dio cuenta previamente del italiano Jannik Sinner (6-3, 6-4 y 7-6 (4)) y el domingo buscará su vigésimo cuarto título de Grand Slam para poner más distancia aún sobre Rafa Nadal (22) y Roger Federer (20).
Alcaraz despliega un gran tenis
Pero el gran protagonista de la jornada fue Alcaraz, que a sus 20 años jugó como todo un veterano contra un tenista siempre peligroso como es Medvedev. Especialmente en los dos primeros sets, que el murciano se apuntó con mucha autoridad tras hacer un gran despliegue de golpes, como derechas o dejadas, y haciendo gala de un tenis de muchísimos quilates en el saque-volea.
Medvedev aguantó el tipo como pudo durante los seis primeros juegos. A partir del séptimo fue cuando Alcaraz metió una marcha más. El ruso hacía gala de su potente servicio, pero le empezaron a fallar los primeros y fue ahí cuando el de El Palmar sacó el colmillo. Con dos restos ganadores, ambos sobre el segundo saque del ruso, quebró su servicio y se puso 5-3 en la primera manga. En el momento de cerrar, cuando más tiembla la raqueta, Alcaraz aguantó el servicio sin que el moscovita le pudiera restar ni una sola bola. Primer set en el bolsillo para Carlitos en menos de 40 minutos.
Más de lo mismo en el segundo parcial, con Alcaraz derrochando un gran tenis. El murciano se llevó un pequeño susto al comienzo del segundo set, teniendo que salvar una bola de rotura, pero no hubo más concesiones. Rompió al siguiente juego y ahí comenzó el recital. Punto increíble en la red, con tres golpes seguidos de puro reflejo, y otro ataque de segundo servicio para dejarse el segundo set a favor. En poco más de una hora, el murciano se había puesto con dos sets de ventaja y empezaba a vislumbrar la gran final contra Djokovic.
Tercer set de locos
La tercera manga fue de locos: Alcaraz rompiéndole el servicio a Medvedev, luego el ruso devolviéndole el break al español... hasta cinco roturas en total en ese tercer parcial. Fue donde le entraron las dudas a Carlitos, con el miedo lógico de estar tan cerca de unirse a un club histórico de finalista de Wimbledon.
Un tercer set que empezó 2-0 en el marcador a favor de Alcaraz. Se puso 3-0 y olisqueó otra rotura, pero el español cedió su saque en dos ocasiones y dio vida entonces al ruso... aunque se la acabaría quitando de golpe. Consciente de sus errores y de los nervios, respondió a cada rotura de Medvedev con otra, y cuando tuvo que sacar para sellar el pase, no titubeó. Con un passing de derecha y los brazos al aire, Alcaraz acabó derrotando a Medvedev en tres mangas para convertirse así en finalista de Wimbledon, siguiendo los pasos de Manolo Santana, Rafa Nadal, Conchita Martínez, Arantxa Sánchez Vicario y Garbiñe Muguruza.
Enfrente tendrá el domingo a Djokovic, con ganas de revancha tras perder frente al serbio en semifinales de Roland Garros hace poco más de un mes. Esta vez la película será diferente porque la pelota está en el tejado del serbio. Alcaraz quiere más, por supuesto, pero de momento que le quiten lo bailao: a sus 20 años ya está en su segunda final de Grand Slam y puede seguir haciendo historia.