Rafa Nadal ha regresado a las pistas en torneo oficial en el cuadro de dobles del torneo ATP250 de Brisbane (Australia), tras casi un año de ausencia por lesión, y lo ha hecho con derrota junto a su amigo Marc López frente a la pareja local formada por Max Purcell y Jordan Thompson por un doble 6-4.
La derrota es lo de menos y la sonrisa con la que Rafa abandonó la pista central del Queensland Tennis Centre, en complicidad brutal con su compañero y miembro del cuerpo técnico Marc López, ha sido lo más destacado del esperado regreso a la competición del manacorense, que debutará en el cuadro individual de Brisbane el martes 2 de enero frente al austriaco Dominic Thiem.
Tras casi un año sin competir, el 22 veces campeón de Grand Slam ha vuelto a sentirse tenista y ha empezado a recuperar sensaciones con la raqueta, la bola y la pista australiana, con vistas a estar en el primer Grand Slam del año, el mismo en el que a principios de este año, el 18 de enero de 2023, se lesionó y jugó su último partido.
Superada esa lesión en el músculo del psoas ilíaco en su pierna izquierda, aunque sin evitar el dolor, y en una temporada que huele a despedida, Rafa Nadal se propuso volver a jugar y lo ha hecho junto a Marc López, retirado desde 2022 y que ha vuelto a las pistas para ayudar al balear, junto al que ganó la medalla de oro en dobles en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Esta vez, en Brisbane, el triunfo no era prioritario. Y sí lo era no lesionarse y empezar a calibrar fuerzas. Aún así, Nadal y López pusieron en aprietos a una pareja sólida, en activo y mucho más joven que ellos y que, además, fue muy superior en el saque —12 aces de los aussies por ninguna de la pareja española-- y terminó ganando por físico.
El partido duró apenas 73 minutos: un tiempo que le ha servido a Rafa para vivir su vuelta a las canchas por todo lo alto. Además, tener al lado a Marc López, con quien ganó seis torneos y jugó 45 partidos en su mejor momento como pareja de dobles, fue la guinda al pastel para su regreso. Una vuelta que le dejó contento, sonriendo, y más preparado para su debut en individuales el martes ante Thiem.