L D (EFE) Vasseur, de 36 años, se podrá retirar feliz a final de temporada, con dos etapas del Tour en su palmarés. Hace diez años venció en solitario en La Chatre y estuvo cinco días de amarillo. Por veteranía y astucia volvía al podio para celebrar el primer triunfo francés de la presente edición.
Cruzaba la meta por delante de sus compañeros de fuga: Casar (Francaise), Albasini (Liquigas) y Jens Voigt (CSC), todos con un tiempo de cinco horas, 20 minutos y 24 segundos, a una media de 42,8 kilómetros por hora. El español Juan Antonio Flecha (Rabobank), componente de la primera escapada que ha cuajado, se clasificaba a 2:34. "Los demás tuvieron más fuerza que yo, no pude hacer más", decía. El pelotón terminó el garbeo con un retraso de 10:36, con el maillot verde Tom Boonen al frente. De esta forma la clasificación general no tiene alteración alguna y Rasmussen se acerca a la contrarreloj del sábado y a los Pirineos con el maillot amarillo y las esperanzas intactas. Valverde y Mayo permanecen en la sala de espera como segundo y tercero, a 2:35 y 2:39 respectivamente.
El pelotón salió de los Alpes con pocas ganas de dar pedales, y menos aún a 40 grados de temperatura. Así que una buena escapada era el mejor plan para plantearse la jornada como una excursión. Y fueron once los encargados de animar la carrera, los únicos que evitaron el bostezo camino de la vieja Marsella. Entre ellos Juan Antonio Flecha, siempre dispuesto a la aventura, el veterano alemán Jens Voigt, junto con los Bossoni (Lampre), Halgand (Credit), Scheirlinckx (Cofidis), Albasini y Kuschynski (Liquigas), Sandy Casar (Francaise), Vasseur (Quick Step), Grivko (Milram) y Burghardt (T-Mobile). Con una diferencia de casi un cuarto de hora en el kilómetro 127 ya se vio que por fin cuajaría una escapada.
Así, el pelorón se dedicó a rodar e hidratarse. Un día para poner un monumento a los aguadores, que no paraban de subir y bajar los bidones de agua fresca. El Rabobank tiraba en cabeza y Vinokourov dispuso de tiempo de sobra para visitar el coche de la consulta médica. Los once de fuga se llevaron bien hasta la Cota de Bastides, de tercera categoría. Fue entonces cuando Voigt rompió la disciplina y seleccionó a cuatro compañeros para negociar la victoria: los franceses Halgand, Vasseur y Casar y el suizo Albasini. Flecha tiró la toalla en cuanto empezó la primera fricción. En el Col de la Gineste se mantuvieron los cinco más fuertes, los elegidos. Llegaron a la recta de meta a ver quien era capaz de conjugar fuerza, táctica y habilidad. Se miraron, se amagaron y se lanzaron faroles, a ver quién arrancaba primero.
Hasta que saltó Vasseur, y no precisamente en broma. En el momento justo para quitar la capacidad de reacción a sus adversarios. Y levantó los brazos de nuevo diez años después, en su novena participación. Otra historia bonita para contar a sus nietos. Pero la jornada se ha visto teñida de nuevo por el dopaje después del anuncio del positivo del alemán Patrick Sinkewitz (T-Mobile) el pasado 8 de junio, lo que derivaba en el abandono de las cadenas públicas alemanas de televisión en un hecho sin precedentes. La organización del Tour no ha entendido que "se castigue así a una carrera que lucha contra esa lacra".
La undécima etapa unirá este jueves las ciudades de Marsella y Montpellier a través de 182,5 kilómetros. Se trata de un recorrido llano que se presta a un claro pronóstico de llegada al esprint.