L D (Agencias) El logro de un consenso en torno a la reconstrucción de Irak, las vías para alentar el desarrollo y la lenta recuperación de la economía mundial centraron la reunión de primavera del FMI y el BM, concluida en Washington. La reconstrucción de Irak, que a priori se presentaba como el punto más espinoso en la agenda de la reunión semestral, se saldó con un consenso que, si bien deja pendientes numerosos interrogantes, permite que los países puedan empezar a cerrar las heridas diplomáticas causadas por la guerra.
La reunión discurrió por vías menos polémicas de lo anticipado e incluso las protestas que se han convertido en habituales en este tipo de reuniones no alcanzaron la magnitud de otros años. Los 184 países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) expresaron su apoyo la elaboración de una resolución de la ONU sobre la reconstrucción de Irak. Además, los países acordaron el envío de un grupo de trabajo conjunto del FMI y del BM, que se desplazará "tan pronto como lo permitan las circunstancias" para establecer cuál es la situación en Irak y sus necesidades prioritarias.
Los siete países más desarrollados del mundo (G-7) también apoyaron una reconstrucción de Irak que cuente con el respaldo de una resolución de la ONU y en la que las instituciones financieras multilaterales presten su apoyo técnico. Así lo declararon los ministros de Economía del G-7 al término de su reunión semestral de dos días concluida en Washington y celebrada en paralelo a la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). En su comunicado final, los "Siete" -EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón- declaran "la necesidad de un esfuerzo multilateral para ayudar a Irak", y expresan su "apoyo a una nueva resolución de la ONU" sobre la reconstrucción del país.
Rápida recuperación de la economía mundial tras la guerra
Durante la asamblea semestral, el FMI -y, en su reunión paralela, los ministros de Economía del Grupo de los Siete países más desarrollados- expresaron su preocupación por el lento crecimiento de la economía mundial. En su reunión, el G7 también declaró también su preocupación por el lento crecimiento de las economías de sus miembros y expresó el compromiso de cada país para "poner en marcha políticas macroeconómicas sólidas que apoyen un crecimiento sostenible". No obstante, la aparente rápida resolución de la guerra en Irak ha disipado la mayor de las incertidumbres que pesaban sobre la economía mundial. Ahora, según explicaron, "en un clima de inflación y tipos de interés reducidos, hay potencial para un mayor índice de crecimiento a través de reformas estructurales que favorezcan la producción".
La reunión discurrió por vías menos polémicas de lo anticipado e incluso las protestas que se han convertido en habituales en este tipo de reuniones no alcanzaron la magnitud de otros años. Los 184 países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) expresaron su apoyo la elaboración de una resolución de la ONU sobre la reconstrucción de Irak. Además, los países acordaron el envío de un grupo de trabajo conjunto del FMI y del BM, que se desplazará "tan pronto como lo permitan las circunstancias" para establecer cuál es la situación en Irak y sus necesidades prioritarias.
Los siete países más desarrollados del mundo (G-7) también apoyaron una reconstrucción de Irak que cuente con el respaldo de una resolución de la ONU y en la que las instituciones financieras multilaterales presten su apoyo técnico. Así lo declararon los ministros de Economía del G-7 al término de su reunión semestral de dos días concluida en Washington y celebrada en paralelo a la asamblea de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). En su comunicado final, los "Siete" -EEUU, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón- declaran "la necesidad de un esfuerzo multilateral para ayudar a Irak", y expresan su "apoyo a una nueva resolución de la ONU" sobre la reconstrucción del país.
Rápida recuperación de la economía mundial tras la guerra
Durante la asamblea semestral, el FMI -y, en su reunión paralela, los ministros de Economía del Grupo de los Siete países más desarrollados- expresaron su preocupación por el lento crecimiento de la economía mundial. En su reunión, el G7 también declaró también su preocupación por el lento crecimiento de las economías de sus miembros y expresó el compromiso de cada país para "poner en marcha políticas macroeconómicas sólidas que apoyen un crecimiento sostenible". No obstante, la aparente rápida resolución de la guerra en Irak ha disipado la mayor de las incertidumbres que pesaban sobre la economía mundial. Ahora, según explicaron, "en un clima de inflación y tipos de interés reducidos, hay potencial para un mayor índice de crecimiento a través de reformas estructurales que favorezcan la producción".