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Brown, con el agua al cuello, espera "el laborioso nacimiento de un nuevo orden global"

Gordon Brown intenta sacar adelante otro plan de salvamento de la industria financiera justo cuando se confirma la entreda en recesión de Reino Unido. El Premier apuesta por más gasto público y una mayor regulación, aunque esto podría requerir la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Gordon Brown intenta sacar adelante otro plan de salvamento de la industria financiera justo cuando se confirma la entreda en recesión de Reino Unido. El Premier apuesta por más gasto público y una mayor regulación, aunque esto podría requerir la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).

(Libertad Digital) El primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, encara la complicada situación que está experimentando Reino Unido, apelando a un incremento de las reglas y regulaciones y al uso del dinero de los contribuyentes para salvar al sector financiero. Brown habla sin tapujos de un proceso que califica como "el laborioso nacimiento de un nuevo orden global".

Al primer ministro la tormenta financiera le está sacudiendo con más golpes de los previstos. El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, afirma que los diputados británicos desean que Reino Unido entre en la eurozona.

E, incluso, el líder conservador David Cameron ha advertido que la decisión de Brown de pedir prestado miles de millones para nacionalizar la banca ha dejado a Gran Bretaña "corriendo el riesgo" de ser forzada a acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de ayuda de emergencia. Fue un Gobierno laborista que tomó la última decisión de ese tipo en 1976.

"Creo que es correcto advertir acerca de eso, creo que es algo responsable de hacer", afirma Cameron. "No quiero que el Gobierno empeore las cosas en su próximo presupuesto en marzo", agregó. Brown describió los comentarios de Cameron como un "comportamiento irresponsable", según informa Reuters.

Los datos oficiales muestran que Gran Bretaña ha entrado a su primera recesión desde principios de los años 1990. La economía se contrajo un 1,5% en los últimos tres meses de 2008 y se espera que continúe contrayéndose por algún tiempo más. Ese deterioro ha hecho que los pronósticos del Gobierno para una recuperación en el segundo semestre de este año luzcan demasiado optimistas.

El dato fue peor del que se esperaba y los expertos temen que en 2009 la economía registre una contracción de entre el 2 y el 3%, lo que supondría el peor descenso desde la II Guerra Mundial.

Pero, en un discurso en la Asociación de Corresponsales Extranjeros en Londres, el primer ministro alertó en contra del pesimismo y de los mensajes de quienes defienden que la globalización económica mundial ha fracasado y que es necesario volver a una era de proteccionismo.

"Como algunos quieren, podríamos cerrar nuestros mercados al capital, a los servicios financieros, al comercio y al trabajo, y por lo tanto reducir los riesgos de la globalización, pero eso reduciría el crecimiento global", dijo el líder laborista. En su opinión, esta opción "nos negaría los beneficios del comercio global y condenaría a millones de personas a la pobreza".

La otra opción es "ver las amenazas y los desafíos que afrontamos hoy como el laborioso nacimiento de un nuevo orden global", argumentó Brown, quien añadió que "nuestra tarea consiste en hacer la transición, a través de un nuevo internacionalismo, hacia una sociedad global en plena expansión".

"Tenemos que hacer los necesarios ajustes para tener un futuro mejor y fijar las nuevas reglas para este nuevo orden global", dijo Brown, quien calificó la crisis como "un desafío sin precedentes", cuya solución precisa "una mentalidad nueva" y "reglas nuevas".

Otro Plan de Emergencia : Más reglas y gasto público

Brown ha asumido la necesidad de adoptar en los próximos meses un nuevo plan de emergencia, con medidas fiscales y de incremento del gast o , para ayudar a la economía a salir de la situación actual de recesión.

Según informa el diario The Guardian , las medidas se incluirán en el próximo presupuesto y, según los planes del ministro de Economía, Alistair Darling, incluyen un mayor endeudamiento de las cuentas públicas para ayudar a industrias consideradas clave. De esta manera, el canciller del Exchequer quiere sentar las bases de la recuperación de la economía británica, que está oficialmente en recesión desde el pasado viernes.

Con el desempleo también en niveles muy negativos (6,1%) y los tipos de interés en el 1,5% (el nivel más bajo en la Historia del Banco de Inglaterra), el Ejecutivo laborista busca dar a la economía un empujón en medio del ambiente generalizado de pesimismo.

The Guardian asegura que en el corto plazo se estudia u na ayuda para la industria automovilística, una de las más afectadas por la crisis económica, e inversiones en infraestructuras, tecnología medioambiental e innovadora y empresas farmacéuticas.

Además, se prepara una nueva y más dura regulación del sector bancario tras los dos planes de rescate aprobados por el Gobierno de Gordon Brown para evitar su bancarrota y lograr que se recupere la normalidad del mercado interbancario y de la concesión de créditos.

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