Sobra todo organismo de "protección de la competencia". La competencia se proteje sola si se cumple la ley y los contratos. Basta dejar en libertad a los agentes económicos, desregularizar. Los gobiernos utilizan esos organismos y esas regulaciones para imponer "su" ley y sus monopolios preferidos.

Es un poder tremendo de los estados dejarles intervenir con esos organismos bajo la escusa de "proteger la competencia". Siempre pueden meter mano:

- cuando la empresa baja los precios, la escusa es que hace "dumping" (baja los precios para, dicen, "arruinar" a la competencia: ¡huy, que mala, pierde dinero a posta!)

- si la empresa los mantiene al mismo nivel que los demás, como en este caso de las cementeras, alegan que han pactado los precios para esquilmar al consumidor, pobrecito (pregunta: ¿las proteje de algun modo el estado? Si no es asi, es lícito, pero no podran evitar que venga alguien de fuera, venda más barato y se lleve los clientes)

- cuando mantiene un precio mayor que los demás, alegan abuso de posición dominante (vamos, que no puedo comprar Pichi-cola si Coca-Cola es cara)

Desconozco el caso concreto de las cementeras. Si hay libertad, ninguna podría mantener ninguno de estos tres comportamientos "anticompetitivos" demasiado tiempo. Los únicos que pueden hacerlo, los únicos que pueden constituir monopolios, oligopolios o chanchullos impunemente son aquellos agentes económicos apoyados por el poder político: bancos, cajas, empresas subvencionadas, medios de comunicación, sanidad, educación, por no hablar del propio estado y sus agencias, funcionarios, delegaciones, comisiones, "sindicatos" y organismos varios, todas, eso si, para "protegernos".

En una España con un gobierno totalitario el reparto del mercado entre gasolineras, telefonía y ahora de cementos se va implantando en la sociedad española. La prueba de que España es un estado totalitario queda patente con la aprobación de la Ley Omnibús, se liberaliza el sector del taxi para equipararlo a países tercermundistas alejándonos del corazón de Europa a la que el descerebrado de Rodríguez Zapatero nos quería acercar.
Terminaremos rezando todos los españoles para que ocurra un miladro y el descerebrado, traidor, cobarde y mentiroso que habita la Moncloa desaparezca.