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El Banco de España recuerda al Gobierno que la inmigración no alivia el futuro de las pensiones

El Banco de España no está de acuerdo con el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, quien ha afirmado que el proceso de regularización de inmigrantes "garantiza el futuro de las pensiones". Un reciente estudio del Banco de España corrige las declaraciones triunfalistas del Gobierno de Zapatero y afirma que la llegada de inmigrantes al mercado laboral español no servirá para solucionar el problema del pago de pensiones.

El Banco de España no está de acuerdo con el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, quien ha afirmado que el proceso de regularización de inmigrantes "garantiza el futuro de las pensiones". Un reciente estudio del Banco de España corrige las declaraciones triunfalistas del Gobierno de Zapatero y afirma que la llegada de inmigrantes al mercado laboral español no servirá para solucionar el problema del pago de pensiones.
(Libertad Digital) La entrada regularización extraordinaria de inmigrante aprobada por el actual Gobierno socialista está impulsando el número de afiliaciones a la Seguridad Social y, por tanto, mejorando las arcas del sistema.
 
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, ha afirmado que este proceso "garantiza el futuro de las pensiones", pero el Banco de España ha rebajado su triunfalismo afirmando que estas nuevas afiliaciones no van a servir de mucho para solucionar, a medio y largo plazo, los problemas derivados del envejecimiento de la población.
 
Según un estudio titulado "Inmigración: desarrollos recientes y consecuencias económicas", realizado por el Banco de España aprovechando las nuevas proyecciones de población que ha efectuado el Instituto Nacional de Estadística, "la inmigración no alterará la trayectoria prevista a largo plazo de la tasa de dependencia, incluso si la llegada de inmigrantes alcanza una intensidad tan elevada como la que recogen las proyecciones del INE".
 
El principal argumento del Banco de España es que el grueso de las entradas de inmigrantes se concentra en el grupo de edad comprendido entre los 20 y los 40 años, "segmento de población que, al envejecer, presionará también al alza sobre la tasa de dependencia". Además, el Banco recalca cómo los cambios en la tasa de fertilidad se producen de manera lenta, de forma que, incluso si esta variable evolucionara mejor de lo que estima el INE, "no cabría esperar tampoco grandes alteraciones en la tasa de dependencia futura".
 
El estudio advierte de que la competitividad también podría verse afectada por el fenómeno de la inmigración, debido a que "los inmigrantes tienen, por término medio, una productividad inferior a la de los trabajadores nacionales". Además, este aumento de la oferta laboral podría afectar asimismo a los salarios actuales, "siendo potencialmente más intenso este efecto sobre aquellos trabajadores con niveles de cualificación o experiencia laboral más reducidos y, por tanto, más similares a los de los trabajadores inmigrantes".

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