
LD (EFE) En un almuerzo en el marco del Foro Económico BBVA, celebrado en la Reserva Federal de Texas (EE.UU.), González ha explicado que las medidas que se tomen "no deberían centrarse en evitar la quiebra de los bancos, sino en conseguir un sistema bancario más fuerte, eliminando las partes que no funcionan como es debido".
González reconoció que se trata de una tarea "de enormes proporciones", dada la complejidad y el tamaño de algunas de las entidades financieras afectadas, pero dejó claro que "es tanto lo que está en juego que urge adoptar decisiones rápidas y radicales". Y además, "es la única forma de mantener la carga del contribuyente dentro de unos límites razonables", explicó.
A su juicio se debe dar prioridad a los problemas de liquidez y solvencia a los que se enfrentan las entidades, ya que la situación financiera sigue siendo muy tensa y el panorama es aún inestable dado que muchos segmentos del mercado y las entidades continúan siendo vulnerables, por lo que la posibilidad de que aquellas que ahora están bien resulten contagiadas "sigue siendo alta".
En opinión del presidente del BBVA, la estabilización de los mercados financieros y la recuperación de la confianza en el sistema financiero internacional nunca han sido tan urgentes como ahora, en un momento en que todas las grandes potencias del mundo se están contrayendo en una recesión atípica cuya envergadura supera todas las previsiones y aún no da indicio alguno de cambio de rumbo.
Concretamente, en los países desarrollados, la situación se podría calificar de peor ahora que tras la quiebra de la entidad estadounidense Lehman Brothers, puesto que el mercado del crédito sigue sin recuperarse y las pérdidas bursátiles están perjudicando de forma "dramática" a las economías domésticas.
En consecuencia, González insistió en que estamos en la segunda etapa de la crisis financiera, que a su juicio durará aún unos años, y después habrá una tercera etapa, en la que asistiremos a una reestructuración del sistema financiero, que servirá para elevar su eficacia y su desarrollo tecnológico.
Agregó que la reestructuración del sistema financiero se llevaría a cabo mediante la identificación de las entidades que den muestras de debilidad extrema, que pasarían a la tutela de las autoridades, lo que implicaría eliminar a sus equipos directivos y sustituirlos por otros, que deberían sanearla, separando los activos sanos de los tóxicos.
Estos últimos, explicó González, pasarían a integrar unos fondos específicos bajo gestión pública, con el objetivo de recuperar "todo el valor posible para el contribuyente", tras lo que la entidad se volvería a privatizar, ya saneada, mediante una "venta transparente a empresas privadas".
Estamos viviendo una enorme reorganización del sistema bancario mundial, en la que muchas entidades han desaparecido en los últimos 18 meses y muy pocas se mantienen con la solidez necesaria para seguir siendo rentables, una de las cuales es el BBVA, presumió González, que recordó que la entidad cerró 2008 con un beneficio de 5.400 millones de dólares, que le llevaron al segundo puesto de la banca mundial.
También se refirió a la diversificación geográfica del Grupo BBVA, que opera en 32 países y ocupa una posición de liderazgo en "España, México y América Latina", al tiempo que aumenta su presencia en Asia y avanza con paso firme en Estados Unidos de la mano de BBVA Compass. Según González, el BBVA mantiene una estrategia a largo plazo en Estados Unidos, un mercado que ofrece "excelentes oportunidades" y es "prioritario" para la entidad.
