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El CNI niega que espiara a Pizarro cuando un escolta descubrió a un agente frente a su casa

Cuando aún no se ha aclarado qué hacían dos guardias civiles vigilando a Pizarro mientras Zapatero y Prodi se reunían en Ibiza, este miércoles los escoltas de Pizarro sorprendían a un agente del CNI frente al domicilio del presidente de Endesa, que ya estudia emprender acciones legales. El Gobierno se ha desvinculado de lo ocurrido y el CNI dice que Pizarro no era el objetivo de la vigilancia.  El PP exige una aclaración en el Congreso.

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Una persecución de película
Cuando aún no se ha aclarado qué hacían dos guardias civiles vigilando a Pizarro mientras Zapatero y Prodi se reunían en Ibiza, este miércoles los escoltas de Pizarro sorprendían a un agente del CNI frente al domicilio del presidente de Endesa, que ya estudia emprender acciones legales. El Gobierno se ha desvinculado de lo ocurrido y el CNI dice que Pizarro no era el objetivo de la vigilancia.  El PP exige una aclaración en el Congreso.
(Libertad Digital) En la tarde del pasado miércoles, uno de los escoltas de Manuel Pizarro descubrió a un agente del CNI junto a la casa del presidente de Endesa cuando éste regresaba del trabajo. El escolta se percató de la presencia de un coche sospechoso y decidió seguirle. En un determinado momento el coche perseguido se convirtió en perseguidor hasta que le cortó el paso al escolta, se identificó como agente del CNI y le pidió "aparque a la izquierda". Este episodio terminó en la comisaría de Canillas donde la Policía levanto atestado.
 
La información se conocía a primera hora de este jueves. Por este motivo, el director de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, declaraba en los micrófonos de la SER que los dos agentes del CNI estaban realizando "otro servicio importante" no relacionado con el presidente de la eléctrica. Es más, llegó a declarar que no veía ningún "interés" en seguir a Pizarro.
 
Más tarde era el propio ministro de Economía, Pedro Solbes, quien tenía que contestar a las preguntas de los periodistas y aclarar el papel que había jugado el Gobierno en este episodio que comenzaba a revelarse como un caso claro de espionaje empresarial desde e Ejecutivo. Solbes se mostraba convencido de que "como es natural" el Gobierno no tenía nada que ver en este asunto.
 
Finalmente, el CNI hacía público un comunicado en el que negaba que sus agentes estuvieran espiando al presidente de Endesa. En su aclaración, Inteligencia aseguraba que los agentes se encontraban realizando "una actividad informativa en el ámbito de la contrainteligencia sobre un objetivo perteneciente a un servicio de inteligencia extranjero".
 
Unas explicaciones que no convencen al PP
 
El PP también se ha pronunciado sobre este curioso capítulo que terminó convirtiéndose en una persecución de película por el centro de Madrid. El encargado ha sido el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana quien no se ha mostrado muy convencido con las explicaciones que se han dado y pedía que fueran los ministros Rubalcaba y Alonso además del responsable del CNI quienes expliquen, en sede parlamentaria, lo sucedido. Zaplana era sarcástico al afirmar que "seguro que estaban espiando al vecino del quinto, al frutero de abajo o al que pasaba por la calle".

El dirigente del PP no quiso dejar pasar la oportunidad para recordar otro caso de espionaje de los últimos años de Gobierno de Felipe González, conocido como "las escuchas del CESID", que acabó provocando la dimisión del entonces vicepresidente, Narcís Serra. "Que volvamos a recuperar estos hábitos parece poco más que sorprendente", dijo.
 
La explicación del CNI
 
Además de lo anteriormente expuesto, el CNI expone en su nota nueve puntos en los que asegura que "nunca ha vigilado al presidente de Endesa" y "nunca" ha realizado vigilancia alguna sobre personas cuyas actividades no sean objetivo" del propio centro.
 
El departamento que dirige Alberto Sáiz explicó que este miércoles, a las 20.00 horas, "en las cercanías de un centro comercial" de Madrid, varios miembros del CNI "realizaban una actividad informativa en el ámbito de contrainteligencia sobre un objetivo perteneciente a un servicio de inteligencia extranjero, en el marco de la Directiva de Inteligencia".
 
"En el transcurso de esta actividad, los miembros del CNI detectaron que uno de sus vehículos estaba siendo sometido a un seguimiento por parte de otro vehículo, iniciando maniobras con el fin de evadir la vigilancia", explica la nota del servicio de inteligencia, que recuerda que "todos los datos relativos" a su personal y los medios utilizados en su trabajo están clasificados como materia reservada, en aplicación de la Ley reguladora del CNI.
 
Siempre según el servicio secreto, tras detectar que "el ocupante del coche que realizaba el seguimiento tomó fotografías tanto del vehículo como de los miembros del CNI", los agentes solicitaron al ocupante del vehículo desde el que se obtuvieron las imágenes que se detuviera "accediendo este a la petición". "Tras identificarse como miembros del CNI, le explicaron el carácter reservado de las fotografías que había tomado y se le pidió que se les mostrase el material", añade la nota.
 
Este hecho dio lugar a la intervención de la Policía, concluyendo el suceso "con la práctica de diligencias y la toma de declaración en la Jefatura de Policía a las personas implicadas en el incidentes".
 
"Estos extremos fueron trasladados anoche personalmente, vía telefónica, por el secretario de Estado director del CNI al señor don Manuel Pizarro, a quien ofreció las máximas garantías de que la actuación del CNI no tenía ninguna relación ni directa ni indirecta con su persona, siendo todo ello fruto de una mera coincidencia", concluye el CNI, según la agencia Efe.

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