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El PIB cae un 4,2% en el segundo trimestre, la mayor caída de la historia

La economía española se contrajo un 4,2% en tasa interanual en el segundo trimestre del año y un 1,1% en tasa intertrimestral, superando en ambos casos en un décima lo avanzado por el INE el pasado 14 de agosto, según confirmó este jueves dicho organismo.

El Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española en el segundo trimestre de 2009 registra un decrecimiento del 4,2% respecto al mismo período del año anterior, un punto inferior al estimado para el período precedente.

En términos intertrimestrales, el PIB contrae su nivel un 1,1%
, dato cinco décimas menos negativo que el del primer trimestre de 2009, según el INE.

Mientras, el PIB agregado total de la Unión Europea decrece un 4,8%, una décima más que en el trimestre previo, mientras que en el caso de la Eurozona, el PIB repunta tres décimas hasta situarse en el -4,6%.

Analizando los dos grandes componentes del PIB de España desde la óptica del gasto se observa, por un lado, que la demanda nacional continúa aumentando su contribución negativa al PIB en este trimestre, pasando de -6,1 a -7,3 puntos, mientras que, por el contrario, la demanda externa aumenta dos décimas su aportación positiva al crecimiento agregado, de 2,9 a 3,1 puntos.

Demanda nacional

Al igual que en los períodos precedentes, el aumento de la contribución negativa de la demanda nacional en este trimestre se debe a la "mayor contracción tanto del gasto en consumo final de los hogares como de la inversión en capital fijo", señala el organismo.

El gasto en consumo final de los hogares continúa su decrecimiento, pasando del -5,1% al -5,9%, si bien de forma menos intensa que en el trimestre anterior. El factor esencial de este comportamiento es la continua reducción del empleo en la economía, hecho que determina un descenso en el nivel de ingresos de las familias por la vía de los salarios. En concreto, en este segundo trimestre, la remuneración de asalariados se redujo un 2,6%.

El gasto en consumo final de las Administraciones Públicas se desacelera en el segundo trimestre, desde el 6,4% hasta el 5,1%, como consecuencia del menor ritmo de avance de las compras de bienes y servicios.

Mientras, la formación bruta de capital fijo aumenta su caída en el segundo trimestre, del -15,2% al -17,0%, de forma común en todos sus productos. No obstante, al igual que en el gasto de los hogares, esta caída se produce con menor intensidad que en el trimestre precedente.

La demanda de bienes de equipo continúa siendo la que presenta las tasas de crecimiento más negativas, en consonancia con el pulso débil tanto de la producción industrial como de la cifra de negocios y las importaciones de este tipo de bienes. Así, en este trimestre pasa del -24,2% al -28,9%.

La inversión en construcción decrece un 12,0% en el segundo trimestre, medio punto más que en el período anterior. La obra en infraestructuras continúa presentando tasas de crecimiento positivas (1,2%), especialmente la vinculada al entorno de las corporaciones locales y la ligada a la alta velocidad ferroviaria, mientras que la inversión en vivienda continúa su trayectoria descendente (-25,5% frente a -24,3% del trimestre anterior), como consecuencia del cada vez más débil ritmo de iniciación de proyectos residenciales.

Finalmente, la formación bruta de capital fijo en otros productos decrece un 15,9% en el segundo trimestre, casi dos puntos más que en el primero.

Demanda exterior

La demanda exterior neta de la economía española aumentó dos décimas su aportación positiva al crecimiento agregado del segundo trimestre del año, (3,1 puntos frente a 2,9 del primero). Tanto las exportaciones como las importaciones registraron tasas de crecimiento interanuales menos negativas que en el período anterior.

Las exportaciones de bienes y servicios repuntan casi dos puntos, del -17,6% al -15,7%, como consecuencia fundamental de la mejor evolución de la demanda nacional de los países a los que se destinan aquellas, especialmente de la Unión Europea.

De forma similar, las importaciones de bienes y servicios desaceleran su contracción en este trimestre, si bien de forma menos intensa que las exportaciones, pasando del -22,9% al -22,3%.

Oferta

Desde la óptica de la oferta, y con la excepción de las ramas primarias, todas las actividades, a nivel agregado, registran crecimientos más negativos en su valor añadido que en el trimestre anterior.

Así, en sintonía con la evolución tanto de la producción industrial como de los consumos intermedios de estas actividades, el valor añadido bruto de las ramas industriales aumenta su caída hasta el -16,8% en este trimestre, tres puntos más que en el período anterior.

En el caso de la industria manufacturera, el descenso es más acentuado (-18,1%), correspondiendo nuevamente los resultados más adversos a la industria de bienes de consumo duradero y a la de bienes de capital, al igual que en los trimestres precedentes. Por su lado, las ramas energéticas presentan un decrecimiento del -9,7%.

El valor añadido bruto de la actividad de la construcción decrece a un ritmo del 6,0%, tres décimas más que en el primer trimestre, de forma acorde con la producción y los consumos intermedios (producción de materiales de construcción, consumo aparente de cemento y obra subcontratada), de los distintos tipos de obra.

Por lo que se refiere a las ramas de los servicios, el crecimiento de su valor añadido bruto se reduce en casi un punto, pasando del -0,2% al -1,1% en el segundo trimestre.

El empleo cae un 7,1%

El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, se reduce un 7,1% en el segundo trimestre del año, ocho décimas más que en el primero. Este resultado supone la disminución de casi 1,369 millones de empleos netos a tiempo completo en un año.

En el análisis por ramas de actividad se observa que todas las actividades de mercado, a nivel agregado, continúan registrando tasas de crecimiento negativas. Las más intensas corresponden a la construcción que, no obstante, repunta una décima en este período, ofreciendo síntomas de haber alcanzado el mínimo en el primer trimestre del año.

De la consideración conjunta del crecimiento del PIB trimestral y del empleo ocupado a tiempo completo, se deduce que la variación interanual de la productividad aparente del, factor trabajo es del 3,2%, cifra una décima inferior a la del período precedente.

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