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¿Crisis en W?: la recesión llama de nuevo a las puertas de España

España no crece en el tercer trimestre. El PIB intertrimestral se estanca y algunos indicadores adelantados, tales como el índice de actividad del sector servicios (PMI), avanzan ya una nueva contracción económica a finales de año. El riesgo de recaída (crisis en W) se acentúa.

El último Boletín Económico del Banco de España (BdE), publicado este viernes, ratifica un "debilitamiento de la actividad" durante el tercer trimestre de 2010. La cuestión es que el PIB se ha estancado entre julio y septiembre, al registrar un crecimiento nulo (0%) respecto al trimestre previo, si bien ha avanzado un ligero 0,2% a nivel interanual, tras siete trimestres consecutivos de bajadas. Estas cifras contrastan con los datos del segundo trimestre de 2010, cuando la economía española creció un 0,2% en tasa intertrimestral, pero registró una caída del 0,1% en tasa interanual.

Sin embargo, la clave de este indicador no reside tanto en la medición interanual, ya que la recesión se define normalmente como dos caídas consecutivas del PIB a nivel intertrimestral. Por el momento, el organismo monetario advierte de que el PIB se ha estancado, y ahora la cuestión reside en saber si la economía nacional logrará evitar una recaída económica (PIB negativo) en los siguientes seis meses.

Según el BdE, el estancamiento se debe, "en gran medida, al agotamiento de algunos factores expansivos". Se refiere aquí a la reducción del gasto público que anunció el Gobierno el pasado mayo en consonancia con su nuevo plan de austeridad presupuestaria, así como al fin de determinados planes de "estímulo" y la subida del IVA.

En concreto, culpa del nulo crecimiento del PIB a la "finalización del Plan 2000E de apoyo público a la adquisición de automóviles, que expiró el 30 de junio, y la reversión de los efectos de anticipación de gasto que se había producido en la primera mitad del ejercicio, ante la elevación del IVA a partir del 1 de julio". Y es que, muchos consumidores optaron por adelantar sus compras para evitar la subida del IVA.

Por todo ello, el organismo considera que se trata de una desaceleración "transitoria", y augura una mejora del PIB en el cuarto trimestre, lo cual confirmaría la teoría del Gobierno, consistente en que España no volverá a registrar PIB negativo y, por lo tanto, descarta por completo un nuevo escenario de recesión.

¿Problema?

Algunos indicadores adelantados contradicen la versión oficial del Gobierno y del BdE. Así, la actividad del sector servicios (PMI), el sector con más peso en la economía española con cerca del 70% del PIB, sufrió una fuerte contracción el pasado octubre, según el índice mensual que elabora Markit. En concreto, cayó hasta los 46,5 puntos frente a los 47,9 del pasado septiembre. Un nivel inferior a 50 puntos indica contracción de actividad, con lo que esta nueva caída avanza PIB negativo para finales de año, según estos analistas.

La economía nacional ha mostrado una recuperación muy débil durante el primer semestre de 2010, y ahora la mayoría de expertos consideran que existe una alta probabilidad de que España registre lotra vez tasas negativas de PIB durante los próximos meses.

Hasta el momento, tan sólo el sector exportador (PMI manufacturero) logra tirar de la actividad económica. Sin ir más lejos, la aportación positiva de la demanda exterior neta al crecimiento intertrimestral del PIB aumentó "sensiblemente", hasta el 1,5% frente al 0,6% del trimestre anterior, debido a la moderación de las compras exteriores. Las exportaciones, por su parte, conservaron "una notable fortaleza" entre julio y septiembre gracias al avance sostenido de las economías emergentes y la consolidación de la recuperación en el área euro, según el informe del BdE.

Aún así, Andrew Harker, economista jefe de Markit, señala que la caída del sector servicios avanza PIB negativo en el último trimestre del año.

A este descenso se suma, además, un problema añadido: la subida de precios de múltiples materias primas encarecen el coste de la producción, pero las empresas carecen de capacidad para trasladar dicho incremento al precio final de sus productos debido a la débil demanda. Es decir, mientras que los costes de producción aumentan, las empresas no pueden subir precios, con lo que se estrechan aún más sus márgenes de beneficios. Un fenómeno que, sin duda, no ayuda a la ansiada repunte del sector privado.

Además, la industria tampoco parece despegar. El Índice General de Producción Industrial (IPI) bajó un 0,8% en septiembre respecto al mismo mes del año anterior, volviendo así a cifras negativas tras haber subido en agosto un 3,4%, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una vez descontado el efecto calendario (datos desestacionalizados), el IPI baja un 1,4% interanual en septiembre, frente al avance del 1,6% registrado el mes anterior.

(Gráfico elaborado por J.C. Barba)

La demanda cae un 1,5%

Volviendo a los datos del BdE, el informe indica que, al contrario de lo sucedido en el segundo trimestre, la demanda nacional habría caído un 1,5% en tasa interanual entre julio y septiembre, mientras que la aportación de la demanda exterior neta al crecimiento habría sido similar y de signo contrario.

La compra de coches y bienes duraderos, las categorías más afectadas por la finalización de las ayudas y el posible adelanto de las compras, presentaron tasas negativas en el tercer trimestre, con caídas cercanas al 25% en el caso de los automóviles. Sin embargo, la autoridad monetaria cree que, una vez agotados estos efectos que han alterado la evolución del consumo, la compra de bienes y servicios podría retomar una trayectoria de recuperación gradual.

La inversión en construcción también se contrajo en el tercer trimestre, prolongando así el proceso de ajuste que vive desde comienzos de 2008. La inversión en edificación residencial continuó disminuyendo a un ritmo del 16,1%, aunque el banco emisor cree que las caídas se irán haciendo cada vez "menos pronunciadas".

La renta disponible de las familias, según la entidad gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, mostró una contracción del 0,4% en el periodo de cuatro trimestres que acaba en el segundo trimestre de 2010, debido a la caída de las rentas del trabajo, entre otras cosas. Esta caída unida al dinamismo del consumo entre abril y junio provocó una disminución de la tasa de ahorro hasta el 16,2%., informa Europa Press.

Pese a todo, el BdE concluye en los próximos meses continuará la "suave recuperación" del gasto de las familias gracias al margen que da el nivel de esta tasa de ahorro, aunque seguirá afectada por la evolución incierta del mercado laboral y de las rentas, así como por la tendencia descendente de los precios de la vivienda, el mantenimiento de unas condiciones relativamente restrictivas en la concesión de créditos y los efectos negativos  de la restricción presupuestaria en la renta.

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