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El PSOE andaluz llama "fascistas" a los que rechazan el decretazo de Griñán

El portavoz del PSOE Mario Jiménez provoca a los empleados públicos al tacharlos de "fascistas".

Hay personas que no están a la altura de las circunstancias y en ellos se cumple el principio de Peter, según el cual uno asciende justo hasta su nivel de incompetencia, nivel en el que se encuentra ya Mario Jiménez, portavoz del PSOE en el Parlamento andaluz.

De sus muchas andanzas, hemos ido dando cuenta en estas páginas, pero la torpeza política de ayer, a pocos días de la manifestación convocada por funcionarios y laborales de la Junta de Andalucía contra el Decretazo de Griñán, supera lo imaginable. Nada menos que llamó "fascistas" a quienes manifiestan su rechazo al Decretazo sobre el sector público que ha pretendido y pretende imponer Griñán, ayudado por Comisiones Obreras y UGT. Naturalmente, la reacción ha sido inmediata. Ha avivado las ganas de muchos por estar presente en la manifestación y ha provocado la ira del personal. Pirómano irresponsable, le ha llamado Antonio Sanz, secretario general del PP.

Es más, el PP acusó al Gobierno andaluz de no querer el consenso en el decreto de reordenación del sector público que se tramita en el Parlamento. Buscar consenso y tildar de fascista al adversario no parece un buen camino. Sanz pidió al PSOE una rectificación ante la reacción "inaceptable, caciquil y propia de quien entiende que la Junta es su cortijo y los funcionarios sus sirvientes".

Pero Jiménez no rectificó y además, solicitó al PP que diga clara y abiertamente si su formación está por el desarrollo de una campaña para las elecciones municipales limpia y que no sea vea alterada en su normal desarrollo o si, por el contrario, respalda la estrategia de esos «pseudo representantes fascistas» de funcionarios y empleados públicos que abogan por poner «violencia» al proceso Sanz llamó al portavoz socialista «pirómano político» y pidió la retirada del decreto.

Los afectados tampoco hicieron esperar su respuesta. La más tibia, la de Alicia Martos, responsable de la CSIF andaluza, una organización que en nada ha contribuido al desvelamiento de la "tela de araña" en Andalucía aun sabiendo como sabe quién es quién en toda la Administración. Martos ha dicho que la descalificación efectuada por Mario Jiménez es condenada y rechazada absolutamente por su sindicato: "En nuestros estatutos recordamos que somos independientes y no estamos a favor de boicotear nada». «Pedimos que se retiren esas palabras y que si se quiere atacar, que se haga con nombre y apellidos», añadió.

Alfredo Pérez, responsable de SAFJA en Sevilla, dijo a ABC de Sevilla que este sindicato no está en contra del PSOE, sino «del que esté en este momento en el Gobierno, ya que no somos de ningún partido». «Creo que todo eso es un insulto gratuito. Es una actitud de querer echarle la culpa a alguien, cuando aquí se está jugando con muchas familias», añadió.

Rocío Luna, de Ustea, por su parte, dije que si el hecho de oponerse al «decretazo» es que te califiquen de "fascista", «eso descalifica bastante a la persona que lo ha mencionado». «No obstante, no voy ni siquiera a contestar a esto". "Esto es una locura, ya que todos los empleados públicos estamos en contra, porque las formas han estado muy mal y se nos ha excluido de la negociación. Nosotros, como representantes de todos los trabajadores elegidos de forma democrática, somos los que tenemos que negociar desde las mesas, y no como lo han hecho». «Los empleados públicos están muy cabreados y alterados» Ambiente caldeado, pues, para la marcha del día 22.

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