LD (Agencias) Para Báñez, “en una situación de incertidumbre económica internacional, una economía tiene que dar imagen de austeridad, seriedad y buena gestión para inspirar confianza dentro y fuera de nuestras fronteras. Por ello, como señaló el Gobernador del Banco de España, el Gobierno no puede entregarse al electoralismo con el gasto público, tenía que perseguir objetivos de superávit más ambiciosos para evitar que las alegrías de hoy deriven en subidas de impuestos mañana”.
Báñez ha destacado que los PGE de 2008 “no están ajustados al nuevo entorno económico”, ya que se basan en un entorno “irreal” que “no ha sido actualizado, en especial, tras la crisis de los mercados financieros. El Gobierno mantiene la previsión de crecimiento económico en el 3,3 por ciento estimado antes del verano”, una cifra superior a la estimada hoy por la OCDE y la mayoría de analistas internacionales.
Asimismo, Fátima Báñez ha recordado que el elevado déficit exterior de la economía española “continuará azotando nuestra competitividad en el futuro. Aunque ustedes dibujen un saldo exterior para 2008 más optimista, la situación de crisis en los mercados y la coyuntura económica nacional no auguran esas previsiones tan optimistas, con lo que la contribución del sector exterior podría ser más negativa de lo señalado en el Presupuesto”.
“Desde el PP”, ha explicado la portavoz popular, “creemos que el crecimiento de la economía seguirá apoyándose en la demanda interna aunque reducirá su contribución”, debido a un contexto de condiciones de financiación más difíciles que en el pasado, acceso al crédito más complicado y que los hogares españoles están cada día más endeudados. Por ello, “la situación actual de desaceleración económica seguramente frenará los ingresos públicos de 2008 y tensionará aún más el gasto”, añadió.
Estabilidad presupuestaria
En lo referente a estabilidad presupuestaria, Báñez ha señalado que, aunque los PGE de 2008 “mantienen el compromiso con la estabilidad presupuestaria”, no tienen en cuenta ni el déficit adicional permitido a las Comunidades, ni la moderación esperada de los ingresos y el tensionamiento del gasto.
En este sentido, ha asegurado Báñez, “la introducción de nuevas medidas de gasto por parte del Gobierno no ha supuesto más que una reorganización de las prioridades de 2008, incrementando el gasto social en detrimento de otras políticas. Sin embargo, estas medidas comprometen gasto futuro, condicionando así su evolución para los próximos ejercicios”.
Así, la diputada popular se preguntó “si no se debería ser algo más ambicioso en la consecución de niveles superiores de superávit”, por encima del 1’15% previsto y acumular, de esta forma, “margen de actuación de política fiscal para afrontar las tensiones que sobre el gasto público ejercerá, no sólo los efectos de una moderación del crecimiento económico, si no la situación de incertidumbre de la economía mundial”.
Por tanto, los PGE deben dirigirse hacia medidas que aumenten la productividad y la competitividad de la economía española; a mejorar nuestro sistema educativo; a presentar medidas sociales de verdad, no componentes electoralistas que luego en su mayoría no se cumplen; y además, debe posibilitar las bajadas de impuestos, “pero reducciones de impuestos como las que realizábamos los Gobiernos del PP, donde los que más se beneficiaban de las bajadas eran los que tenían rentas más bajas”, aseguró Báñez.
Aspecto territorial
En lo que se refiere al aspecto territorial, ha destacado Fátima Báñez, “la situación casi es más preocupante. El Gobierno, en esa necesidad de tener que conseguir la aprobación de los últimos presupuestos de la legislatura, está dispuesto a conceder todo en las negociaciones con sus socios. Es decir, la negociación de los presupuestos se convirtió en un zoco donde se compraban apoyos a cambio de aumentos en partidas concretas para comunidades determinadas”.
La portavoz popular ha explicado que su partido no se opone a mayores inversiones para las comunidades, “a lo que nos oponemos es a que el Presupuesto deje de ser lo que ha sido en todos los gobiernos democráticos de España, un instrumento de cohesión y solidaridad entre las comunidades, para reducir las diferencias en el nivel de vida y en la renta per cápita de las diferentes Comunidades Autónomas, no en hacer españoles de 1ª y de 2ª según el lugar dónde vivan”.
Por ello, Báñez ha afirmado que “un presupuesto bien hecho es una auténtica política social porque si mejora a las regiones más atrasadas y con ello consiguen aumentar su nivel de vida y su renta per cápita, se está posibilitando que los ciudadanos españoles que residen en esas comunidades autónomas puedan llevar a sus hijos a las guarderías, al dentista y hacer frente al pago del alquiler de la vivienda”.