L D (Agencias) Con los fondos obtenidos en esta operación más recursos propios y emisiones de deuda, el Sovereign adquirirá el banco neoyorquino Independence Community Bank Corp.
El grupo resultante, del que el Santander poseerá el 19,8 por ciento, será una entidad con un modelo de negocio similar al del banco español que tendrá unos activos de 81.400 millones de dólares (68.400 millones de euros), un valor en bolsa de 11.340 millones (cerca de 9.530 millones de euros), 10.161 empleados, 778 oficinas y 1.146 cajeros. Este grupo, con sede en Filadelfia, tendrá una presencia significativa en el Noreste de Estados Unidos, principalmente en Nueva York, Nueva Jersey, Nueva Inglaterra y Pensilvania, y manejará un volumen de créditos de 55.000 millones de dólares (46.200 millones de euros) y de 48.000 millones de dólares (40.300 millones de euros) en depósitos.
El director financiero del Santander insistió este lunes en que la operación será positiva para el grupo desde el primer momento y explicó que la entidad adquirida (incluido el banco neoyorquino) obtendrá en 2005 unos beneficios de 890 millones de dólares (748 millones de euros). En todo caso, dejó claro que la participación del Santander en esta entidad será de momento financiera, es decir, no intervendrá directamente en su gestión, pero sí nombrará a dos consejeros y también dará acceso a su Consejo de Administración al consejero delegado del Sovereign, Hay Sindhu.
Álvarez explicó que la operación se ha realizado precisamente ahora, después de que otros bancos –como el BBVA– ya han entrado en Estados Unidos, porque el Santander está interesado en ese mercado y en el tipo de negocio que hace el Sovereign y porque esta entidad "nos puede ayudar a entender este atractivo mercado y a entrar en él". "Cuando compramos el Abbey –explicó– ya dijimos lo importante que había sido estar previamente en el Royal Bank of Scotland" para hacer luego esa operación.
El Santander ha pactado la posibilidad de presentar a partir de julio de 2008 una oferta por la totalidad del Sovereign a un mínimo de 40 dólares (33,6 euros) por acción –ahora va a pagar 27 dólares– o lanzarla al año siguiente sin limitación de precio. La operación que pactó este lunes el Santander, después de que los consejos de administración de ambas entidades mantuvieran sendas reuniones, se ejecutará en dos partes. Por un lado, el Santander suscribirá totalmente una ampliación de capital del Sovereign por importe de 1.950 millones de dólares (1.640 millones de euros) y, por otro, adquirirá la autocartera que posee el banco estadounidense por un total de 450 millones (360 millones de euros). Además, el banco presidido por Emilio Botín puede aumentar entre julio de 2006 y julio de 2008 su participación hasta el 24,9 por ciento a precios de mercado y tendrá derecho preferente de compra en caso de que exista una oferta de un tercero sobre el Sovereign.
Con esta primera adquisición de hasta casi el 20 por ciento, el Santander empleará buena parte de los ingresos obtenidos a lo largo de este año con la venta de sus acciones en Royal Bank of Scotland, Auna y Unión Fenosa. El propio director financiero del grupo recordó este lunes que esta operación forma parte del proceso en el que está inmerso para reasignar los recursos que tenía en empresas hacia el sector bancario.
Con esta operación, el Santander hace una nueva incursión en Estados Unidos, donde ya intentó entrar en 1991 con la compra de una participación del entonces First Fidelity y posteriormente First Union, que vendió seis años después con unas plusvalías de 1.727 millones de dólares (1.451,2 millones de euros). Hasta hoy, tenía una presencia casi testimonial en este mercado, a través de su alianza con Bank of America, al que vendió en marzo de 2003 el 24,9 por ciento del mexicano Santander Serfin y con el que acordó profundizar en los servicios que ambos dan a la población hispana de los dos lados de la frontera entre Estados Unidos y México.
El director financiero del Santander insistió este lunes en que la operación será positiva para el grupo desde el primer momento y explicó que la entidad adquirida (incluido el banco neoyorquino) obtendrá en 2005 unos beneficios de 890 millones de dólares (748 millones de euros). En todo caso, dejó claro que la participación del Santander en esta entidad será de momento financiera, es decir, no intervendrá directamente en su gestión, pero sí nombrará a dos consejeros y también dará acceso a su Consejo de Administración al consejero delegado del Sovereign, Hay Sindhu.
Álvarez explicó que la operación se ha realizado precisamente ahora, después de que otros bancos –como el BBVA– ya han entrado en Estados Unidos, porque el Santander está interesado en ese mercado y en el tipo de negocio que hace el Sovereign y porque esta entidad "nos puede ayudar a entender este atractivo mercado y a entrar en él". "Cuando compramos el Abbey –explicó– ya dijimos lo importante que había sido estar previamente en el Royal Bank of Scotland" para hacer luego esa operación.
El Santander ha pactado la posibilidad de presentar a partir de julio de 2008 una oferta por la totalidad del Sovereign a un mínimo de 40 dólares (33,6 euros) por acción –ahora va a pagar 27 dólares– o lanzarla al año siguiente sin limitación de precio. La operación que pactó este lunes el Santander, después de que los consejos de administración de ambas entidades mantuvieran sendas reuniones, se ejecutará en dos partes. Por un lado, el Santander suscribirá totalmente una ampliación de capital del Sovereign por importe de 1.950 millones de dólares (1.640 millones de euros) y, por otro, adquirirá la autocartera que posee el banco estadounidense por un total de 450 millones (360 millones de euros). Además, el banco presidido por Emilio Botín puede aumentar entre julio de 2006 y julio de 2008 su participación hasta el 24,9 por ciento a precios de mercado y tendrá derecho preferente de compra en caso de que exista una oferta de un tercero sobre el Sovereign.
Con esta primera adquisición de hasta casi el 20 por ciento, el Santander empleará buena parte de los ingresos obtenidos a lo largo de este año con la venta de sus acciones en Royal Bank of Scotland, Auna y Unión Fenosa. El propio director financiero del grupo recordó este lunes que esta operación forma parte del proceso en el que está inmerso para reasignar los recursos que tenía en empresas hacia el sector bancario.
Con esta operación, el Santander hace una nueva incursión en Estados Unidos, donde ya intentó entrar en 1991 con la compra de una participación del entonces First Fidelity y posteriormente First Union, que vendió seis años después con unas plusvalías de 1.727 millones de dólares (1.451,2 millones de euros). Hasta hoy, tenía una presencia casi testimonial en este mercado, a través de su alianza con Bank of America, al que vendió en marzo de 2003 el 24,9 por ciento del mexicano Santander Serfin y con el que acordó profundizar en los servicios que ambos dan a la población hispana de los dos lados de la frontera entre Estados Unidos y México.