LD (L. Ramírez) Los vientos de reforma que colean de la Cumbre mundial que se ha celebrado en Washington (EEUU) el pasado fin de semana no convencen a los mercados internacionales. A pesar del mensaje de unidad proclamado por los jefes de Estado que dirigen los designios del 90% del PIB mundial, las Bolsas han abierto la semana en números rojos.
El mercado español es el que lidera las caídas en Europa, arrastrado por la pérdida de valor de los títulos de Santander, que pondera un 15% en el selectivo. En concreto, el Ibex-35 bajó un 3,77%, para situarse por debajo de los 8.500 puntos.
Fuente: Infobolsa
Los valores que más perdieron fueron Sacyr (-8,31%), Santander (6,89%), Mapfre (-6,51%), Ferrovial (-6,38%), Popular (-6,23%), BBVA (-5,13%) y Gas Natural (-5,12%). Iberia y ACS cerraron planas y las que mejor se comportaron fueron Unión Fenosa, Iberdrola Renovables y Red Eléctrica, con caídas del 0,29%, 0,40% y 0,67%, respectivamente.
En cuanto al resto de pesos pesados del parqué, Iberdrola se dejó un 2,76%, Repsol un 3,37% y Telefónica un 2,98%.
En Europa, al cierre del mercado español, Londrés perdía un 2,73%, Frankfurt un 3,58%, París un 3,46% y Milán un 3,32%. Wall Street cotizaba a la baja, con un descenso del 2,03% en su índice Dow Jones de Industriales.
Bajadas al otro lado del Atlántico
Al otro lado del Atlántico, antes de la apertura de Wall Street, otro dato oscuro sobre la economía de los EEUU vio la luz. El indicador manufacturero del Estado de Nueva York mostró en noviembre un nuevo récord mínimo según la Reserva Federal local.
El índice Empire State de la Reserva Federal (FED) de sobre las condiciones generales de negocios se ubicó en sus mínimos desde la creación del indicador, en julio del 2001.
De esta forma, la Bolsa de Nueva York abrió con un descenso del 1,83% en el índice Dow Jones de Industriales.. Tras la apertura del parqué neoyorquino, el mercado Nasdaq retrocedía el 1,49%, mientras que el selectivo S&P 500 perdía un 1,69%. El índice compuesto NYSE, que agrupa a todos los valores cotizados en la Bolsa de Nueva York, bajaba un 1,36%.
Las pérdidas protagonizaron la jornada
A media jornada, las bolsas europeas ya mostraban ligeras pérdidas, retomando la desconfianza de las plazas asiáticas. El índice FTSE de la Bolsa de Londres se dejaba un 1,60%, mientras que el DAX de Frankfurt, principal indicador de la zona euro, retrocedía un 2,15%. Por su parte, el CAC de la Bolsa de París caía un 2,41%.
Este lunes, se ha conocido que Japón se sumó a la zona del euro, a Alemania, a Italia, a Irlanda y Hong Kong en la lista de países y territorios que oficialmente entraron en recesión por el impacto de la crisis financiera mundial.
Esta recesión se explica esencialmente por una fuerte disminución de las inversiones de las empresas, que limitaron los gastos en previsión de la agravación de la crisis mundial, y especialmente por la desaceleración de la demanda en Estados Unidos, primer cliente de las exportaciones japonesas.
Los mercados asiáticos descuentan la recesión de Japón
Sin embargo, el anuncio oficial de la entrada de Japón en recesión no tuvo influencia en el mercado, que esperaba esta noticia desde hacía tiempo, según los agentes bursátiles consultados. Así, la Bolsa de Tokio terminó la sesión con una ligera subida del 0,71%, debido a una recuperación técnica gracias a que los inversores compraron acciones a bajo precio tras una caída del 2,88% durante la mañana.
Los otros mercados asiáticos siguieron en su mayoría la misma tendencia, reduciendo pérdidas tras haberse visto arrastrados al inicio de la sesión por la ausencia de resultados concretos durante la cumbre de países industrializados y emergentes en Washington.
La Bolsa de Seúl terminó la sesión con una bajada del 0,91% y la de Hong Kong perdió un escaso 0,1%. También cerraron en números rojos Sídney (2,54%), Nueva Zelanda (0,93%) y Taipei (0,29%). La Bolsa de Shanghai, sin embargo, cerró con un alza del 2,22%, tras la noticia de que dos de las mayores aerolíneas del país podrían recibir ayuda del gobierno.
El G-20, cuyos países miembros generan el 90% del PBI de todo el mundo, ha enumerado una serie de "acciones inmediatas" para impedir que la economía mundial caiga en una larga recesión, sugiriendo la utilización de "medidas presupuestarias para estimular la demanda interna con resultados rápidos" o con recorte de los tiposde interés en algunos países.