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Grecia, primer país de la zona euro al borde de la "quiebra"

El riesgo de quiebra se extiende a las cuentas públicas de países ricos. El Gobierno griego habla ya abiertamente de evitar la "bancarrota" mediante un plan para recortar el gasto público. Irlanda y España en el punto de mira, al liderar el déficit de la zona euro.

Tras la quiebra de Islandia en 2008, la alerta roja de la deuda soberana se ha extendido a otras regiones, tales como el estado norteamericano de California y los países de Europa del Este. Dubai ha protagonizado el último capítulo de default (impago) por parte de estados, disparando nuevamente el temor a un efecto contagio entre las economías emergentes e, incluso, potencias desarrolladas, como es el caso de Grecia.

De este modo, la penúltima fase de la crisis subprime -la de la deuda pública- sigue su curso. Por el momento, el Gobierno griego ya ha reconocido la delicada situación de sus cuentas. Tras admitir que su déficit público superará el 12% del PIB en 2009, el recién elegido presidente socialista, George Papandreou, reconocía abiertamente hace escasos días que "necesitamos salvar al país de la quiebra".

No obstante, el Banco central Europeo (BCE) advertía de que algunos países, en referencia directa a Grecia, corrían el riesgo de perder su "credibilidad". Según las últimas estimaciones de Bruselas, la deuda pública griega pasará desde el 99% del PIB en 2008 hasta el 135% en 2011.

A ello se suma la monumental deuda privada que acumula el país helénico como resultado de la expansión crediticia auspiciada por el BCE durante los pasados años del boom. Su déficit por cuenta corriente alcanzó el 14,5% del PIB en 2008, acumulando en total una deuda exterior del 144% del PIB, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). ¿Sus acreedores? Sobre todo, la banca germana, con una exposición próxima a los 200.000 millones de euros.

En las últimas semanas y, sobre todo, tras el impago de Dubai, el riesgo de quiebra se ha disparado en el país helénico. Los credit default swaps (CDS) -una especie de seguro contra impagos de deuda pública y privada- de sus bonos se han disparado por encima de los 200 puntos básicos. Ante la imposibilidad de devaluar su moneda, el Gobierno griego estudia ya drásticos recortes en el gasto público y en los salarios de los funcionarios estatales, provocando duras protestas y enfrentamientos en las calles con los sindicatos.

El nuevo Ejecutivo griego está trabajando para corregir la "falta de credibilidad" en los mercados financieros, según indicaba este lunes a la BBC el ministro de Finanzas, George Papaconstantinou. Su objetivo: reducir el déficit presupuestario y la deuda pública.

Papaconstantinou negó que, por el momento, su país precisara de un rescate por parte de la UE. "Somos conscientes de que tenemos una situación económica y financiera muy difícil", tras reconocer  las crecientes dificultades de su Gobierno para colocar deuda pública en el mercado, cuyo coste se ha incrementado drásticamente respecto al bono alemán (el más seguro y estable de la zona euro).

"Existe un problema de credibilidad que tiene que ver con las políticas públicas aplicadas por los últimos gobierno y estamos trabajando para corregir esa falta de credibilidad", indica. "No llegaremos al punto en que la UE tenga que acudir al rescate de Grecia", asevera.

Recorte del gasto público

Para ello, el Gobierno ha presentado en el Parlamento un plan para reducir el déficit público en 3,6 puntos porcentuales, hasta situarlo en el 9% del PIB en 2010. Pese a todo, las dudas crecen. ¿Podría ser Grecia la nueva Islandia? La delicada situación griega es uno de los temas que más preocupa a los responsables de la Unión, y está siendo debatida en las diferentes reuniones que mantienen los responsables económicos de los estados miembro.

Pero no es el único país desarrollado con problemas. El Reino Unido corre el riesgo de convertirse en 2010 en la primera economía rica del mundo en sufrir una crisis de su deuda soberana, según un informe elaborado por economistas del banco estadounidense de inversión Morgan Stanley.

Según recogen este martes varios diarios británicos, tras conocerse que el Reino Unido es la única economía del G-20 que sigue en recesión (España no pertenece al G-20), estos expertos afirman que el problema podría empezar a manifestarse a principios de 2010, dada la incapacidad del Gobierno de recuperar la credibilidad fiscal de las cuentas del Estado, informa Efe.

Degradación de deuda soberana

El temor principal es que de las elecciones previstas para el año que viene salga un Parlamento sin una mayoría política clara y que el país pierda su calificación de deuda "AAA" -al igual que EEUU- por las dudas de los inversores acerca del margen de maniobra del futuro Gobierno para impulsar las medidas de recorte fiscal que encarrilen la situación.

"En una situación extrema, una crisis fiscal podría derivar en una salida de parte del capital nacional, una severa debilidad de la libra y la venta generalizada de los bonos del Estado", dice el informe escrito por los economistas Ronan Carr, Teun Draaisma y Graham Secker y recogido por diversos  medios británicos. Además, este escenario podría causar un fuerte incremento en las tasas de interés y posponer aún más la esperada recuperación económica.

Esta cadena de condiciones podría aumentar sustancialmente la rentabilidad de los bonos a 10 años del Tesoro británico, lo que implicaría un incremento por encima del 5% de los costes de los préstamos, hasta un nivel parecido al de un país como Grecia y muy por encima de países como Italia, México o Brasil.

De hecho, la pasada semana James Palumbo, un prestigioso banquero de la City londinense, advertía de que Gran Bretaña se enfrenta a una especie de "Armageddon financiero". La crisis avanza así hacia una "espiral de deuda gubernamental" de efectos imprevistos, tal y como advertía el prestigioso gestor de fondos John Mauldin en Investorinsight, todo un referente para los inversores.  

España e Irlanda, en la picota

España e Irlanda tampoco están exentos de riesgos. No obstante, ambos países, junto con Grecia, lideran el déficit público de la zona euro, con tasas próximas al 10% del PIB. Es más. Si se toma como referencia los últimos doce meses, el Gobierno español ha contraído 125.000 millones de euros adicionales de deuda, más de un 12% del PIB, según los últimos datos del Banco de España correspondientes al pasado octubre, recogidos por Random Spaniard.

De hecho, según un informe del banco británico Royal Bank of Scotland (RBS), al que ha tenido acceso este periódico, precisamente, Irlanda, España y Portugal presentan el índice de mayor fragilidad financiera de la Unión Monetaria.

De este modo, la crisis de deuda ya no sólo amenaza a los países bálticos , que han tenido que recurrir a los préstamos de emergencia facilitados por la Comisión Europea (CE) y el FMI. El riesgo de crisis soberana se extiende ya a economías desarrolladas. Y ello, debido al costoso rescate del sistema financiero a base de deuda pública (con el dinero de los contribuyentes).

Willem Buiter , el nuevo economista jefe de Citigroup a partir del próximo enero, se anticipó correctamente al potencial colapso financiero islandés. Desde entonces, ha llamado la atención sobre las dificultades que atravesarían otros países como Irlanda y Dubai.

Sus últimas reflexiones van algo más allá. Así, considera que la independencia monetaria de EEUU y Reino Unido hará que ambas potencias traten de mitigar la carga de la deuda pública haciendo uso de la vía inflacionaria . Sin embargo, en el caso de los países del euro esta devaluación no es posible. Así, según Buiter, "para los pequeños países periféricos de Europa, la amenaza de insolvencia soberana es por tanto real , a menos que la solidaridad fiscal de la UE puede ser invocada para sacarlos de apuros".

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