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La factura del mega-rescate en EEUU podría superar los 5 billones de dólares

Republicanos y demócratas sigue negociando el rescate financiero en EEUU, cuyo coste inicial es de 700.000 millones de dólares. Sin embargo, otros analistas apuntan a que el Tesoro precisará, como mínimo, de 5 billones (7 veces más) para que surta efecto. El Gobierno tan sólo recuperaría el 18%, según Merrill Lynch. Mientras, la insolvencia de las aseguradoras de bonos amenaza con extender las pérdidas bancarias. Washington Mutual se declara en bancarrota, Fortis se desploma en bolsa, y los inversores apuestan por la quiebra de Wachovia.

El efecto contagio de las aseguradoras
JPMorgan rescata a Washington Mutual
Fortis venderá 10.000 millones en activos
Republicanos y demócratas sigue negociando el rescate financiero en EEUU, cuyo coste inicial es de 700.000 millones de dólares. Sin embargo, otros analistas apuntan a que el Tesoro precisará, como mínimo, de 5 billones (7 veces más) para que surta efecto. El Gobierno tan sólo recuperaría el 18%, según Merrill Lynch. Mientras, la insolvencia de las aseguradoras de bonos amenaza con extender las pérdidas bancarias. Washington Mutual se declara en bancarrota, Fortis se desploma en bolsa, y los inversores apuestan por la quiebra de Wachovia.
LD (M. Llamas) El pánico se ha vuelto a apoderar de los inversores ante los obstáculos que viene registrando la negociación política en EEUU para poner en marcha el plan de rescate propuesto por el secretario del Tesoro, Henry Paulson.
 
La bancarrota de la principal caja de ahorros nortemericana, Washington Mutual (WaMu), ha extendido, aún más, el temor a nuevas quiebras bancarias. Pese a que el consorcio financiero JP Morgan Chase ha intervenido para rescatar los activos y negocios de sus clientes, otras grandes entidades se han visto afectadas de forma intensa  en el mercado bursátil tras esta nueva caída.
 
JPMorgan se ha hecho con la entidad por 1.900 millones de dólares. Con esa operación, promovida por las autoridades reguladoras estadounidenses, WaMu ha protagonizado el mayor hundimiento bancario en la historia del país.
 
Las acciones del grupo belga holandés de banca y seguros Fortis sucumbieron a la incertidumbre de los inversores respecto a la situación financiera de la entidad, hasta el punto de que el valor de sus títulos registró una caída histórica del 20,37%, hasta 5,20 euros, lo que supone mínimos de 14 años. El grupo ha decidido sustituir a su consejero delegado para restablecer la confianza de los inversores, y ha anunciado la venta de activos por valor de 10.000 millones de euros para lograr liquidez.
 
El efecto contagio de las monoline
 
A ello, se suma la creciente insolvencia que registran los balances de las principales agencias aseguradoras de bonos de EEUU, Ambac y MBIA. La agencia de calificación Moody´s estudia rebajar la calidad crediticia (rating) de sus activos, lo cual provocará una nueva oleada masiva de pérdidas y quiebras financieras, tal y como avanzó Libertad Digital.
 
Wachovia también está en la cuerda floja. De hecho, los inversores apuestan sin rubor a que esta histórica entidad será la próxima en caer. Las acciones del banco llegaban a bajar más de un 30% al cierre de Wall Street, para negociarse a 9,55 dólares cada una.
 
De hecho, el índice de riesgo en el mercado de credit defualt swaps (CDS) se disparó más de 100 puntos básicos para esta entidad durante el viernes, hasta situarse en los 430,2 puntos. Casi una cifra récord. Este mercado mide el grado de solvencia o cumplimiento de pagos de distintas empresas y entidades financieras.
 
El mercado apuesta por la caída de Wachovia
 
El nivel alcanzado apunta a que los inversores no confían en que este banco consiga sobrevivir. Un proceso muy similar tuvo lugar en el caso de los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, poco antes de que ambas entidades entraran en quiebra.
 
Wachovia es el mayor emisor de opciones ARM (hipotecas de tipo de interés ajustable) de EEUU. Un particular tipo de crédito hipotecario que se está viendo afectado de forma creciente por los impagos, superando incluso a las conocidas hipotecas subprime, tal y como adelantó este periódico.
 
Este tipo de créditos permiten al deudor elegir el pago de su mensualidad y mantener una tasa fija durante un tiempo, pero luego ésta se eleva sustancialmente aumentando el monto total de las mensualidades.
 
Caídas bursátiles

El hundimiento de Washington Mutual ha supuesto otro duro golpe para Wall Street, que en lo que va de año ha asistido a la quiebra de Lehman Brothers, la venta de Merrill Lynch a Bank of America y de Bear Stearns a JPMorgan Chase, así como la nacionalización de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac y de la aseguradora AIG.
 
Los títulos de la mayor parte de las firmas financieras bajaban en Wall Street, entre ellas Fannie Mae (-5,67%), American Express (-3,52%), Citigroup (-2,32%) y Morgan Stanley (-4,32%), entre otras, informa Efe.

Las acciones de Lehman Brothers también perdían, un 11,31%, hasta 29 centavos, después de que la prensa financiera publicara que el banco japonés Nomura ha comprado la división europea y de Oriente Medio de esta entidad por tan sólo dos dólares.
 
El plan de rescate se sigue negociando

El desplome bursátil se ha intensificado a raíz de la incertidumbre que rodea la aprobación del plan de rescate financiero por parte del Tesoro, con el fin de adquirir la mala deuda que acumulan las entidades, y cuyo coste inicial se estima en 700.000  millones de dólares.
 
El presidente de EEUU, George W. Bush, confía en que el rescate finalmente sea aprobado durante este fin de semana. Pese a ello, continúan las negociaciones entre demócratas y republicanos para sacar el plan adelante. Sin embargo, la cifra adelantada por el secretario del Tesoro, Henry Pualson, para acudir al rescate de las entidades en riesgo podría quedarse corta. Muy corta.
 
5 billones en deuda pública para salvar a la banca
 
Así, el analista y director financiero Marc Faber estima que el Tesoro precisaría, como mínimo, de 5 billones de dólares (7 veces la cantidad inicial) para que el mega-rescate surta el efecto deseado. Los 700.000 millones de dólares anunciados por el Gobierno "no es nada", informa Bloomberg.
 
Hasta el momento, el precio de la vivienda en EEUU ha registrado un descenso próximo al 20% desde su valor máximo. Sin embargo, aún queda recorrido, añade. Si tal reducción "ha creado tantos problemas" en el sistema financiero estadounidense, esto significa que "EEUU se encuentra en una situación mucho peor que la sufrida por Japón cuando su mercado de valores inició su particular e intenso declive durante la década de 1990", añade Faber.
 
De ahí que el analista cifre el coste inicial del rescate público en 5 billones de dólares y no en 700.000 millones. Dinero que saldría del bolsillo de los contribuyentes a través de la emisión de deuda pública.
 
Sin embargo, de confirmarse tal cantidad, ello implicaría duplicar la actual deuda pública de EEUU (5 billones). Eso sí, sin contar las cantidades aportadas hasta el momento por el Gobierno federal en los rescates bancarios efectuados.
 
Los congresistas y senadores trabajan contrarreloj para lograr un acuerdo, pero las posturas siguen todavía enfrentadas, como quedó en evidencia en la caótica jornada del jueves, cuando un grupo de republicanos de la Cámara Baja se desvinculó abruptamente del principio de acuerdo que había alcanzado antes un grupo de líderes de ambos partidos.
 
Parte del Partido Republicano se opone

La oposición de este grupo llevó al fracaso a la reunión sin precedentes que convocó Bush en la Casa Blanca con los dos candidatos a sucederle, Barack Obama y John McCain, y con líderes de los dos partidos.

La tensión del encuentro provocó algunos momentos curiosos, como cuando el secretario del Tesoro, Henry Paulson, hincó una rodilla en tierra ante la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, para implorar que no se oponga al programa de rescate.

Sin embargo, las espadas conservadoras siguen en alto, como apuntó el líder republicano en la Cámara Baja, John A. Boehner, quien dijo que su misión es "proteger a los contribuyentes" y que, por tanto, se niega a apoyar el desembolso inicial de 700.000 millones de dólares del erario público.
 
Y es que, el problema radica en saber cuánto dinero será irrecuperable para las arcas públicas. Los costes fiscales netos asociados a crisis bancarias suponen como media un 13,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de un país, según un informe hecho público este viernes, elaborado por el banco estadounidense de inversiones Merrill Lynch.
 
El Gobierno sólo recuperará el 18% del dinero

Una de las conclusiones extraídas del análisis de 124 crisis bancarias en los últimos 27 años es lo que el estudio califica de "verdad incómoda": las crisis bancarias pasadas sugieren que los costes fiscales van a ser probablemente "sustanciales". De hecho, es "muy poco probable" que un gobierno obtenga beneficios de un programa de recapitalización, añade el estudio. Así, el informe apunta que "la tasa de recuperación media es sólo del 18 por ciento de los costes fiscales brutos".
 
Es decir, los contribuyentes tan sólo recuperarían cerca de 900.000 millones de dólares, según el coste global estimado por Faber. Más de 4 billones irían, pues, a la abultada deuda pública de EEUU. Mientras que el Gobierno apenas recuperaría 126.000 millones, en caso de que la factura total coincidiese con la estimación inicial del Gobierno (700.000 millones en total).
 
El FMI recomienda a Europa que se prepare para lo "peor"

Pero la debacle no sólo afecta a EEUU. El Fondo Monetario Internacional (FMI) cree que Europa debe prepararse ante los efectos nocivos de una crisis financiera global y urgió a los países del Viejo Continente a que preparen planes de contingencia basándose en el peor de los escenarios.
  
"El problema podría ser menos severo en Europa, pero por ello no debe ser autocomplaciente y debería estar preparada para el peor de los escenarios", según el director del departamento para Europa del FMI, Alessandro Leipold, en una conferencia financiera en Frankfurt, en la que destacó que un "problema global necesita una solución global".
  
En el mismo foro, el director gerente del FMI, Jaime Caruana, animó a los países a que preparen sus respectivos planes de contingencia. Leipold también destacó que España atraviesa una situación económica muy difícil.

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