Lo que han aumentado escandalosamente son las contrataciones a dedo, es decir los empleados laborales que meezclan con los funcionarios, la gente de la calle los mete a ambos en el mismo saco, pero no se parecen en nada ,estos empleados laborales no han opositado ni demostrado nada y todos tienen una u otra relación con los politicos ( se trata de parientes , amigos , o de la misma agrupación socialista).
Conocemos la mucha suerte que tienen los hijos y familiares de socialistas historicos ocupando puestos excesivamente remunerados en las empresas públicas, y cuando preguntas a alguien por que están ahí te dicen que porque su padre es un conocido activista en Asturias, amigos de Pepe en la mancha, o hija de activista de mina de carbón.

mariabg, efectivamente, pero entonces el problema de fondo no es la función pública ni los funcionarios, que bien administrados, son positivos para la sociedad, sino la corrupción política; dicho en otras palabras: el problema son los políticos en la línea que apunta el académico Pérez Reverte en su artículo "Esa gentuza". Cargarse la función pública no será bueno para nadie y no arreglará nada, porque el mal seguirá ahí: es la clase política actual. Y si hay esa clase política será porque la mayor parte de la población es pasiva o permisiva, ¿no?

rafat,nadie se mete con el hecho de que una persona supere una oposicion y acceda a un puesto de funcionario,lo que muchos pensamos es que hay excesivos funcionarios,y,que hay gente que no ha pasado esa oposcion y esta trabajando en administraciones locales colocados "a dedo",eso es lo que realmente solivianta.
un saludo.

Ante el erre que erre antifuncionario de LD sigo mostrando mi estupor por cuanto los que somos funcionarios no lo somos porque un dia nos presentamos en el ministerio y ocupamos el destino porque nos lo merezcamos, porque seamos así de "guapos". Es según la ley, según la oferta de empleo público, según la superación de pruebas y asignación de destino. Y eso ha ocurrido desde que funciona la administración, ya sea del color que sea, haya bonanza economica o no, ante las necesidades que los gobiernos de turno quieran cubrir. Si es por el gasto que supone a las arcas del estado, el que se halle libre de culpa, que tire la primera piedra. Si la critica hay que mostrarla, que sea para toda actividad que reciba subvenciones o ayudas al desarrollo de dicha actividad, pero para todas.