Calcular el cambio exacto en el día de la moneda zimbabuense es prácticamente imposible. La hiperinflación del país que se fijó oficialmente el pasado mes de julio en 231 millones por ciento, se cuenta ya en billones por ciento según algunos estudios.
Hace pocas semanas, con 50.000 millones de dólares zimbabuenses a penas alcanzaba para comprar una cuarta parte de una hogaza de pan, cuando pocos días antes con esa cantidad de dinero se podían adquirir hasta dos barras.
El problema de los salarios de los profesores es que a penas les alcanza para comprar 10 barras de pan en todo el mes. Además, cada día los productos cambian de precio a una velocidad de vértigo. Siguiendo con el ejemplo, el precio de una hogaza se multiplica desde que abren los comercios hasta la hora del cierre.
Este problema ha llevado a la organización Internacional de la Educación (IE) y a otras organizaciones afiliadas en Zimbabue a denunciar la última paga del Gobierno a los docentes. Como ya se difundió a través de agencias de noticias independientes de Zimbabue, el secretario general de la unión de profesores progresistas de Zimbabue (PTUZ), Raymond Majongwe, rechazaba el nuevo salario por considerarlo un “insulto y una burla”, y prometió pedir a todos sus miembros que boicotearan las clases cuando las escuelas abrieran el martes siguiente.
Con 29 billones de dólares los maestros no pueden hacer frente a los precios de las necesidades básicas, alojamiento, transporte o sanidad, por esta razón convocaron una huelga que mantienen desde hace dos semanas. “Sin dinero no hay vuelta al trabajo”, advertían. A día de hoy, el 94% de las escuelas rurales permanecen cerradas.
El portavoz de la Asociación de Profesores de Zimbabue (ZIMTA), Sifiso Ndlovu, ha propuesto que el Gobierno pague a los profesores en divisa extranjera ya que la depreciación del dólar Zimbabuense no permite subsistir a los docentes.
Precisamente, a finales de año, el Banco de Reservas de Zimbabue ya comenzó a permitir que los comercios aceptaran divisa extranjera como medio de pago para la adquisición de bienes y la contratación de servicios. Una medida que, en parte, busca también incrementar la presencia de moneda extranjera y revalorizar en cierta medida la economía en decadencia que sufre el país.
Los maestros siguen en huelga exigiendo al menos 2 000 dólares americanos por mes. Algunas escuelas que están abiertas en las zonas urbanas han sido capaces de hacerlo sólo porque los padres se ofrecieron como voluntarios para subvencionar los sueldos de los maestros en moneda extranjera. Estos padres están pagando entre 5 y 50 dólares de EEUU al mes para asegurarse que sus hijos asisten a la escuela.
Ante esta situación, el secretario general de Internacional de la Educación, Fred van Leeuwen ha exclamado: “Cómo se puede esperar que un sistema educativo funcione adecuadamente si se paga a los docentes lo que cuestan 10 barras de pan”. La IE apoya la postura de sus afiliadas y escribirá una carta a Mugabe para protestar contra el fracaso de su gobierno a la hora de pagar a los docentes un salario decente y justo, agravado por el fracaso de pagar en una moneda que no tiene ningún valor en la economía real.