LD (Luis F. Quintero) La caída del mercado inmobiliario parece no tener fin. Durante los últimos meses ya hemos visto auténticas gangas. Hace pocos días el portal de compra venta y alquiler de vivienda,
idealista.com, publicaba un informe en el que destacaba algunos anuncios de su propia web en los que los propietarios de diferentes viviendas a lo largo y ancho de nuestro país habían rebajado desde enero a diciembre sus propiedades en venta hasta un 60%.
Mientras, desde el departamento de Beatriz Corredor afirman que no han constatado una caída de los precios de la vivienda. Entretanto diferentes instituciones continúan informando de la caída del precio de los pisos. El propio Instituto Nacional de Estadística (
INE), señalaba que en el tercer trimestre de 2008 el precio medio de la vivienda
habían bajado un 3%, siendo esta caída del 9% para las viviendas de segunda mano.
Estas ofertas, por sorprendentes que parezcan, se quedan en algo meramente anecdótico si atendemos a la situación que viven nuestros vecinos irlandeses. Este martes, el rotativo
Irish Times, en su edición virtual, advierte de que
el precio de los pisos podría caer un 80%.
Según ha adelantado el economista
Morgan Kelly, profesor del
del University College Dublín, Irlanda no sólo verá una reducción "a 0" del desarrollo comercial de la construcción o
la aparición de "bancos zombi", sino que
comprobará cómo el precio de la vivienda caerá un 80 por ciento en términos reales.
En su opinión, la situación de Irlanda, (muy similar a la española según muchos analistas), tenderá a ofrecer mucha resistencia a una rápida recuperación. Según su diagnóstico, el escaso nivel educativo de los trabajadores de la construcción hará especialmente complicado su "reciclaje". "Nos ha llevado 10 años llegar a esta situación, así que, con toda probabilidad tardaremos otros 10 años en salir de ella", señala.
Entre las soluciones que propone Kelly destaca que el Gobierno debería abolir la fiscalidad que grava la vivienda. Para este economista, los rescates financieros practicados han producido un efecto adverso en el mercado inmobiliario irlandés que debido a su "estrechez" puede provocar sustanciales pérdidas en los bancos nacionales.
Sobre los rescates, un documento elaborado por el economista Patrick Honohan, economista del TCD (Trinity College Dublin) señala que el intento del Gobierno por capear la crisis le condujo a decidir qué bancos eran demasiado grandes para quebrar, unos bancos que ahora se han convertido en "zombis".