Pocas sorpresas ha deparado la sesión parlamentaria de este martes en la que se debatían las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno había logrado granjearse el apoyo de Coalición Canaria, merced a una millonaria inversión en las islas que comprometió el día que celebró allí el consejo de ministros. Los votos que le faltaban para sacar adelante el proyecto de PGE los encontró en el PNV.
Así, el debate de esta tarde se ha limitado a la defensa de los PGE por parte de la vicepresidenta frente a un aluvión de críticas que Salgado encajó con una sonrisa.
La ministra de Economía dijo que lo peor de la crisis ya había pasado. En cuanto a la recuperación, espera que sea "larga y difícil". Por este motivo, dijo que el Gobierno estudia ir retirando paulatinamente los planes de estímulo pero que, de momento, no tienen prisa. Además, pronosticó que la crisis se prolongará aún en sectores como el inmobiliario. Por último, defendió la subida fiscal que contiene los PGE para 2010.
El primero en rebatir los argumentos de Salgado ha sido el líder de la oposición, Mariano Rajoy, que esta vez sí que ha logrado acompañar las críticas al proyecto del Gobierno con un voto en contra del mismo.
Rajoy no sólo ha criticado al Ejecutivo por llevar al Parlamento un proyecto que considera una "chapuza porque es letal para las clases trabajadoras y las clases medias". También al PNV le ha reprochado que de su apoyo a un proyecto que los nacionalistas critican recordándoles que las cuentas que pretende aprobar el Gobierno traerán más paro, tanto en "Murcia como en Bilbao".
El presidente del PP no responsabilizó de esta "chapuza" a Salgado, sino que se dirigió en su discurso a Zapatero. La vicepresidenta lo entendió como una falta de respeto.
Como ya es habitual, la intervención de Rosa Díez fue una de las más brillantes de la tarde. Para la única diputada de Unión Progreso y Democracia, el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado es "pura falsificación de la realidad". Lo que ocasiona que sólo se pueden conseguir unos Presupuestos "ineficaces" que "niegan la evidencia".
De nuevo, la vicepresidenta, desde su escaño y pese a la brutal crisis económica que atraviesa España camino de un 12% de déficit, más de un 60% de deuda pública y una tasa de paro camino del 20%, contestó con una sonrisa.