El debate sobre la legalización de la marihuana en California ha dado el salto a la televisión. Grupos partidarios de convertir en legal esta droga han emitido ya anuncios en la televisión apostando por la legalización de la marihuana, entre otras cosas, como una posible solución al extenso agujero presupuestario que ha metido a California en bancarrota.
Recientemente, el propio gobernador, Arnold Schwarzenegger, se mostraba partidario de abrir este debate y confesaba que él mismo había fumado esta droga cuando era joven.
El spot televisivo dura 30 segundos y se retransmite los miércoles, tras la inversión del Proyecto Político Marihuana (Marihuana Policy Project / MPP). En el vídeo, una jubilada de unos 60 años, trabajadora del Estado, dice que el Gobierno "están haciendo caso omiso a millones de californianos que quieren pagar impuestos".
El anuncio comienza recordando que el sistema educativo, la seguridad social, la policía e incluso los parques naturales pueden terminar cerrando por culpa del agujero financiero que soporta el Estado.
"Somos consumidores de marihuana", dice la mujer del anuncio, quien confiesa haber empezado a consumir esta droga tras sufrir traumatismos múltiples tres años atrás. Tras explicar esto, pide que "en lugar de ser tratados como delincuentes por consumir esta sustancia, nos dejen pagar la parte justa".
El spot finaliza cuando la protagonista dice que "los impuestos que generaría la industria de la marihuana en California podrían salvar el puesto de trabajo de 20.000 profesores".
Y es que este es el principal argumento que utilizan estos grupos que buscan la legalización de la Marihuana. Con la crisis económica y el colapso que sufre el estado de California han encontrado una baza que no tienen previsto soltar.
El agujero económico en el que está sepultada California se antoja insalvable. Con un déficit que supera ampliamente los 26.000 millones de dólares, y los ingresos por impuestos cayendo en barrena, el estado más poblado de todo EEUU, ha quebrado y ya imprime pagarés para satisfacer las devoluciones de impuestos y pagos a determinados servicios y proveedores.
Esta solución de emergencia se adoptó después de que republicanos y demócratas no lograran acordar soluciones para el inmenso déficit que afrontaba el país. El propio Schwarzenegger intentó una espectacular subida de impuestos primero (rechazada por los californianos en las urnas) y un desmantelamiento paulatino del Estado del Bienestar después (frenado por los demócratas en el Congreso).
Ni siquiera las sutiles llamadas a la responsabilidad y el coraje de Schwarzenegger, que llegó a enviar una escultura de los testículos de un toro al presidente del Senado, lograban alcanzar un acuerdo en las cortes californianas.
Fitch Rating ya ha rebajado la calificación de los bonos-pagarés de California y los grandes bancos norteamericanos han comunicado que no descontarán el papel del Estado que gobierna Schwarzenegger.
Una industria de 14.000 millones de dólares
Tom Ammiano es el parlamentario que presentó un proyecto de Ley en febrero para regular los impuestos de la marihuana y el alcohol en California . En su discurso puso sobre la mesa los importantes problemas económicos que atraviesa el Estado e informó de que "la industria de la Marihuana en California mueve más de 14.000 millones de dólares". Según Ammiano, sólo en impuestos la marihuana podría aportar más de mil millones de dólares a las arcas del estado.
Además, habló de las bondades que supondría introducir la industria de la marihuana en California, ya que tendrían que construirse invernaderos, tiendas especializadas, etc.
No todos quieren emitir estos anuncios
Como es de esperar, no todo el mundo está de acuerdo con legalizar las drogas como la Marihuana en California. Así lo ha reconocido el propio portavoz del Marihuana Policy Project, Bruce Mriken, quien señaló que las cadenas de televisión KABC-TV de Los Ángeles KGO-TV de San Francisco y KNTV-TV de San José, se han negado a emitir los anuncios, que se difunden por cable en canales de Los Ángeles, Sacramento y la Bahía de San Francisco.
En su defensa, Bruce Mirken señala que su intención no es fomentar el consumo de drogas, sino abrir el debate sobre esta problemática. "Soy consciente de la polémica pero creo que es hora de hablar de esto", dijo.Además de estas campañas en las que hablan de impuestos y de salvar California, esta asociación (MPP), lanza otros mensajes. Por ejemplo, presenta como víctimas a las personas que cumplen condena por delitos relacionados con la marihuana, entre los que destaca el tráfico o el cultivo de esta droga.