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Trichet dicta sentencia y sirve en bandeja el rescate de Portugal

El BCE abandona la deuda pública lusa y los conservadores rechazan el nuevo plan de austeridad de Sócrates. Todo ello adelantaría el rescate luso.

Llega la tercera ronda de rescates europeos, tal y como avanzó Libre Mercado. Las dificultades financieras lusas se han agravado hasta el extremo durante las últimas horas. El Gobierno socialista portugués confiaba en un último cartucho para retrasar la solicitud de auxilio, pero hasta el momento todo indica que ha errado el tiro.

El primer ministro, José Sócrates, propuso un nuevo plan de ajuste presupuestario bajo el título de "Cuarto programa de crecimiento y estabilidad" (PEC 4) el pasado 10 de marzo, un día antes de la Cumbre de líderes de la UE, en donde se acordó el denominado "Pacto por el Euro". El anuncio fue bien recibido por sus homólogos europeos, ya que este nuevo esfuerzo de austeridad pretendía reducir la presión que los mercados ejercen sobre la deuda lusa desde hace meses.

Pese a ello, fuentes comunitarias filtraron ya entonces que el rescate de Portugal tendría lugar entre abril y junio, dando por hecho que el citado plan no sólo llegaba tarde sino que, además, resultaría insuficiente para calmar a los inversores. Desde hace ya varias semanas la UE confiaba en retrasar en el tiempo esta decisión, como mínimo, hasta alguna de las cumbres europeas de este mes de marzo.

Sin embargo, todo apunta a que el citado recorte de gasto público propuesto por Sócrates no será aprobado, adelantando así en el tiempo el rescate de Portugal. El Parlamento luso vota este miércoles las medidas de Sócrates con todo el arco parlamentario en contra, a excepción de su propio partido.

Sócrates ya avanzó el pasado 15 de marzo su dimisión y la consiguiente solicitud de ayuda financiera internacional en caso de que su nuevo plan no superase el filtro parlamentario. "No tengo intención de gobernar con un programa del FMI", advirtió. Su renuncia obligaría, además, a convocar nuevas elecciones generales.

"Eso significaría una crisis política. En mi opinión, la consecuencia de una crisis política es el empeoramiento de los riesgos de financiación de nuestra economía y daría lugar a que Portugal solicite la intervención externa", alertó Sócrates. Es decir, el rechazo del plan conduciría a un rescate "inminente" del país, según los analistas.

El rendimiento de los bonos portugueses a 5 años registró el martes un nuevo récord, al superar la cota del 8%. Un nivel insostenible. Y es que, Portugal tan sólo cuenta con dinero suficiente en caja para aguantar hasta abril, cuando deberá afrontar nuevos vencimientos de deuda.

En este sentido, Emilie Gay, economista de Capital Economics, afirma que "con el rendimiento de los bonos obstinadamente altos y fuertes amortizaciones de deuda en los próximos meses, parece casi inevitable que Portugal se vea obligado a seguir la senda de Grecia e Irlanda, aceptando el apoyo financiero de la UE y FMI". La cuestión ahora es "cuándo", no si se producirá el rescate. El tipo de interés que tiene que pagar el Tesoro luso por su deuda a medio y largo plazo supera el 7% desde hace más de un mes, un punto de inflexión que tanto Grecia como Irlanda no pudieron aguantar por mucho tiempo.

Si Lisboa ha logrado resistir hasta ahora ha sido gracias al apoyo incondicional prestado hasta el momento por el Banco Central Europeo (BCE) mediante la compra de sus bonos. Sin embargo, parece que el período de gracia concedido por Trichet llega a su fin. Y es que, pese al encarecimiento de la financiación lusa, el BCE no ha vuelto a realizar ninguna compra adicional de deuda desde la semana pasada, según los operadores del mercado. "Al mantenerse alejado del mercado, el BCE dejó bastante claro a Bruselas que el problema lo tienen que solucionar ellos", indica a Bloomberg David Owen, economista jefe de Jefferies International.

Por su parte, el banco JPMorgan advertía ayer en una nota a sus clientes que el rescate luso podría acontecer esta misma semana, aprovechando la cumbre de jefes de estado de la zona euro que tendrá lugar este jueves y viernes:

Ante la presión creciente del mercado, el Gobierno portugués anunció hace un par de semanas un nuevo conjunto de medidas fiscales encaminadas a lograr su ambicioso plan para reducir el déficit al 2% del PIB en 2013. El nuevo plan incluye medidas adicionales de ajuste por valor del 0,8% del PIB para 2011, y recortes de gastos y medidas de aumento de los ingresos por un valor total del 2,5% del PIB para 2012 y el 1,2% para 2013.

El anuncio recibió la bendición de la CE, el BCE y el Consejo Europeo, pero no fue bien acogido por el principal partido de oposición en Portugal, los socialdemócratas de centro-derecha, que han culpado al Gobierno de actuar sin informarles a tiempo. Esto plantea un claro desafío al actual Gobierno socialista liderado por el primer ministro, José Sócrates, ya que está en minoría.

El primer ministro ha estado tratando de encontrar un compromiso con la oposición, diciendo que el plan actual podría ser discutido y modificado según sea necesario, pero la oposición no parece aceptarlo. El jefe de los socialdemócratas, Passos Coelho, que disfruta de una ventaja en los sondeos de opinión, ha sido muy crítico con las medidas, a pesar de que apoya los objetivos de reducción del déficit de Portugal. Esto parece sugerir que es probable que su partido aplique un plan de austeridad similar, pero en una nueva estructura de gobierno.

La probabilidad de que el Gobierno portugués caiga esta semana parece alta. Esto sugiere que es probable que el país acceda al fondo de rescate europeo [EFSF, por sus siglas en inglés] en el corto plazo, a pesar de los esfuerzos actuales del Gobierno por evitar este resultado.

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