Entre Cándido eme y Tocho, me quedo con el 2º pero porque es el menos torpe, no más inteligente.
Lo del otro, nada cándido y muy eme es harina de otro costal. Como buen socalista, en tiempos de gobierno del PSOE, se ha instalado en la eme de machito pero "aunque la mona se vista de seda mona se queda" y no puede evitar que s le incluya en la eme de macarra.
Qué espectáculo tan bochornoso y eme!!
Eso sí, le voy a decir algo importante, a eme y a Tocho: Procuren que ningún piquete de lugar a una situación en la cual resulte dañado un niño cuyos padres hayan decidido que vaya al Colegio. No vengan luego a justificarse diciendo que recomendaron que los niños no fueran a clase. Luego no digan que no se les avisó de los riesgos de sus indecorosas propuestas de izquierda sectaria. Bocona

Con su formación académica, su experiencia profesional y su calidad humana no es extraño que piensen que lo de Esperanza en Madrid sea cosa de magia.

Pero no es magia, garrulitos del XIX, la libertad es lo que tiene, que funciona mejor que el intervencionismo y la manipulación sistematizada.

La Sra. Aguirre es una gran persona y equilibrada a la vista de sus hechos, vosotros sois unos malheducados,nazis y asquerosos de izquierda,borregos abecerrados me gustaría dar con vosotros ya que sois muy valientes en manada pero no teneis cojones a enfrentaros a un hombre cara a cara.
¡¡ BESTIAS INMUNDAS ZAPATERILES!!

El José Ricardo Martinez este, alias el “putacasa”, el Candido Mendez, alias el villamagna y el Tocho ese, el “cruceromarujo” deberían estar mañana a las 12 de la noche en BUSQUEDA Y CAPTURA para responder por los daños causados, las coacciones ejercidas y la clara violación de la ley que desde YA están anunciando incitando además a la DESOBEDIENCIA contra el orden constitucional.
No va a ser así, porque para empezar no tenemos un Fiscal General del Estado, sino una Fiscalía Socialista que mañana hará todo lo posible por mirar hacia otro lado. Tampoco tenemos unas fuerzas policiales españolas, sino que tenemos una policía del régimen gobernada debidamente por el comisario político de turno.
La pena es que ni la mismísima Esperanza Aguirre puede tapar la bocaza a estos chulomierdas

Sr. Martinez, Vd. como sindicalista mamón, no está capacitado para ofender a la Sra. Aguirre llamandola bruja, Vd. solo está capacitado para encenagarse con los escrementos que arroja su mente exsecrable, déje Vd. en paz a la gente de bien y continue mamando de la teta que le ofrece UGT gratis que es para lo único que vale amldito inútil.

Vamos a ver, este tipejo no está por obra y gracia del espiritú santo de consejero en La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid. Si es verdad que está en ese consejo yo le diria al pavo este .VETE A TU PUTA CASA POR MANGANTE

Es un pobre matoncillo de taberna al que se la indigestado lo poco que ha leido. Ni caso.

El truco más hábil de los mafiosos en España fue hacerse pasar por "representantes de los trabajadores".

En la película "Uno de los nuestros" de Scorsese, el protagonista, miembro de una organización mafiosa italoamericana (interpretado por Ray Liotta), acude con su novia a un exclusivo club nocturno, donde les dan un trato privilegiado. Ella le pregunta a qué se dedica. "A la construcción", responde él. Ella le hace notar lo cuidadas que tiene las manos, sin callos. "Soy delegado sindical", responde él, y ella parece quedarse satisfecha con la respuesta.

Ese podría ser un buen gancho publicitario de UGT y CCOO para captar y reclutar sindicalistas vocacionales.

Bruja no, es la Brujita de la suerte que tenemos los madrileños, y vosotros sindicalistas sois una manada de Trolls, feos, malolientes y malhablados, no insulta quien quiere, si no quien puede. Y a Esperanza Aguirre no es que la queramos, la adoramos la mayoria de los madrileños, tiene para repartir inteligencia entre tanto tonto sindical y izquierdistas que nos queda aqui en Madrid, son pocos pero muy analfaburros.

La pena es que esta gentuza, que añora los tiempos del poder absoluto -nazi, comunista, ...- no pruebe en sus carnes lo que es tener un superior dentro de esa estructura de poder desquiciada. Un Stalin, vaya, al que hasta sus inmediatos subordinados temían tanto que respiraron de tranquilidad cuando murió. No merecen menos.