Posiblemente, cuando David Bisbal era sólo un cantante de reality más, soñaba con parecerse a Alejandro Sanz. Años después, su ídolo es ya su amigo, su vecino, e incluso, el padrino de su retoño.
Y es que cuando el cantante almeriense empezó a triunfar se mudó a Miami, para relanzar su carrera al mercado latino, y allí estrechó lazos con Sanz. Para más unión idílica, también sus mujeres se hicieron íntimas, y es habitual ver a Elena Tablada y la novia de Alejandro Sanz yéndose de compras por la ciudad.
Pero parece que el cantante madrileño no aguanta más a su ocasional compañero de escenario. Y no es por los continuos gorgoritos o su patada voladora. Tampoco son sus desternillantes apariciones en Twitter. Según le ha dicho la ex de Alejandro Sanz a los más íntimos –recoge QMD- él siente que no se lo quita de encima, que son continuas las llamadas y el agobio del triunfito.
Alejandro Sanz se ha cansado de darle perejil a su vecino, de cuya hija es padrino. Quizá este hartazgo del cantante de Corazón Partío sea una fase pasajera de irritabilidad, en la que podrían enmarcarse también algunas declaraciones que, durante los últimos tiempos, nos está regalando en materia de derechos de autor.