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Lo que no se cuenta del bodorrio: Kate 'vaca engreída' y la loca juerga de Guillermo

¿De verdad es todo tan soso y aburrido en la boda de Kate Middletony Guillermo de Inglaterra? No, pasen y lean. 

¿De verdad es todo tan soso y aburrido en la boda de Kate Middletony Guillermo de Inglaterra? No, pasen y lean. 

No todo es glamour británico en el bodorrio del siglo. A partir de hoy, aquí podrán leer la otra cara del enlace, lo que no encuentra lugar dentro del correctismo y el soporífero protocolo que acompaña a la gran fiesta del amor británico.

En apenas cinco días, esos dos muchachitos llamados Guillermo (de Inglaterra) y Kate (Middleton) se dirán el sí quiero, y unirán sus destinos para siempre. Precioso, ¿no? En esta cuenta atrás para que él empiece a echar barriga y ella a guardarse los kleenex en la manga, desde aquí trataremos de ofrecerles la trastienda de la que insisten en llamar la boda del siglo.

Esta semana han causado desmayos las fotografías de Guillermo desatado. En ellas podemos disfrutar del principito en calzoncillos –o en un desafortunado bañador– con una boa de las de Norma Duval y dándolo todo al pie de una piscina. Pero ya se sabe, las despedidas de soltero se perdona todo, son una ciudad sin ley... ¿o no? Pues no, porque las instantáneas no datan de este evento, sino que algún amigo con malicia se las hizo en un fiestón de estudiante hace años. Lo que ocurre, es que cuando se divulgó lo aburridísima que había sido la despedida de soltero del que está llamado a heredar la Corona británica –se comparó con un club de lectura, nada menos– el amigo fotógrafo quiso hacerle un favor. "Vamos a demostrar que la realeza también sabe divertirse", debió pensar. Quizás hayan revocado su invitación al evento, pero para la posteridad quedará este elogioso gesto de amistad. ¡Gracias, seas quien seas!

¿Y cómo se habrá tomado estas fotos su futura? Pues algo nos induce a pensar que no muy bien, visto el humor que se gasta la niña Middleton. Y no lo decimos gratuitamente, y sino que se lo digan a un guardia de Buckingham Palace. Según cuenta The Mirror, el muchacho se quejó en Facebook del estrés que sufría por el próximo enlace. El niño –que tiene 18 años– insultó a la sucesora de Lady Di llamándola "vaca engreída". Antes de crucificarle, imaginen lo que tiene que ser atender los caprichitos de la princesita 24 horas al día... aunque ya ha llegado el "soldado anónimo de turno" para decirle a The Sun que si era un chico problemático y tal, que bebía y esas cosas.

El que tiene problemas con las bebidas espirituosas es el hermano pequeño, el Príncipe Harry. Se comenta que en Buckingham Palace estaban con la mosca detrás de la oreja por la que podría mangar el más Pocholo de la casa... y se han decidido a tomar medidas. No le van a quedar más bemoles que beber zumitos durante la boda, por lo menos, hasta que pronuncie el discurso. Se ve que no quieren uno como el que hizo Mariah Carey, con lo chulos y espontáneos que quedan los ¡Eztamos tan aguztitooo¡.

A buen seguro que esta decisión no es del agrado del díscolo principito, pero ante la perspectiva de enfrentarse con su abuela –¡esa abuela!– ha decidido aceptar la ley seca buckinhamiana. ¿Así por las buenas? No, han acertado. A cambio, está preparando una jarana que riéte tú de las de Massiel en tiempos mozos –y no tanto–. Ha preparado una fiesta posterior a la fiesta posterior a la boda, y que planea acabar con la salida del sol. Y como ya se sabe que la realeza son grandes anfitriones, Harry se ha encargado personalmente de que no les falte de nada a ninguno de los 300 invitados que acudirán al guateque real: ha ordenado comprar toneladas de bacon para que estén bien nutridos, que ya se sabe que el alcohol en estómago vacío provoca lagunas mentales. ¡Eso es glamour y no la Preysler!

Y así van faltando menos días para que ese jovenzuelo prematuramente envejecido se case con esa chica que conoció desfilando en ropa interior –Peñafiel, ¿estás ahí?–.

Seguiremos informando de la trastienda.

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