Menú
SERIES DE TV

'Dexter', el "serial killer" favorito de América

Comenzamos pasando revista a las series con Dexter, el asesino de asesinos más particular de la televisión.

Cara B: B.S.O. "Dexter"

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

En cierta película dirigida por John Carpenter, un personaje de ficción llamado John Trent aseguraba que "la realidad ya no es lo que era", y esto se aplica de forma perfecta a algunos arquetipos de las últimas ficciones, tanto cinematográficas como catódicas. De todos los antihéroes surgidos en los últimos años, quizá el más oscuro sea Dexter Morgan, y seguro que es el más atípico. Porque Dexter, el protagonista del show homónimo de la cadena "Showtime", es nada más y nada menos que un asesino en serie.

Surgido de la pluma de Jeff Lindsay, y adaptado para la televisión por James Manos Jr. (una de las cabezas pensantes de Los Soprano), este forense de la policía de Miami se dedica a satisfacer su instinto homicida a base de criminales a los que la justicia no puede atrapar, mientras intenta sobrevivir sin ser descubierto por los seres humanos que le rodean. Pero Dexter no mata sólo por tener un sentido distorsionado de la justicia (para eso bastaría con un Charles Bronson contemporáneo, y ya estuvo más que explotado durante los años setenta y ochenta): lo realmente novedoso es que en ningún momento oculta su condición de psicópata. Y, aún así, el espectador conecta con él; de hecho, a menudo Dexter está a punto de ser capturado, y uno se sorprende a sí mismo empatizando con el protagonista hasta un punto desconcertante. Y esa es una garantía de que la serie funciona, y muy bien.

Lo que es seguro es que el gran parte de la culpa de su éxito está en la interpretación principal de la serie, la del genial Michael C. Hall (extraordinario en esa genialidad que era A Dos Metros Bajo Tierra, y cambiando diametralmente de registro para su personaje actual). Un actor al que se antoja imprescindible disfrutar en versión original, más si tenemos en cuenta que la historia se desarrolla en Miami, y los diálogos en "spanglish" de muchos de los personajes le dan un punto extra al idioma original. En cuanto a la voz de Hall, es casi plana, sin sentimientos, sin inflexiones, lo que respalda por completo a su alter ego. Un "oscuro pasajero" al que veremos lidiar con problemas "normales", como encontrar pareja o formar una familia, al mismo tiempo que lucha contra archienemigos como el "Trinity" de la cuarta temporada, interpretado con maestría por John Lithgow.

Otro de los puntos fuertes de Dexter está en su perfecto sentido del ritmo, en cómo la serie juega con los "cliffhanger" al final de cada capítulo, subiendo la intensidad de la acción. Pero lo que realmente hace especial a Dexter es la línea ascendente en la calidad del producto, al menos durante sus cuatro primeras temporadas. Una calidad respaldada por la música de Daniel Licht y Rolfe Kent, autor de la partitura que acompaña a los títulos de crédito de la serie, una pequeña obra maestra que constituye el mejor reclamo para aquellos que no hayan saludado a Dexter Morgan... todavía.

Con ellos les dejo.

En Chic

    0
    comentarios
    Acceda a los 2 comentarios guardados