La joven italiana fue testigo en Malasia del terrible accidente que acabó con la vida de Marco Simoncelli. Era habitual su presencia en los circuitos, al lado de su novio y colaborando con su equipo, Honda Gresini. El mismo día del accidente se la vio sujetando el paraguas de su pareja poco antes de que comenzara la carrera.
Medio mundo fue después testigo de sus lágrimas al conocer la noticia del fallecimiento del piloto, junto a los padres de él y el resto de sus compañeros.
Ambos se conocieron en Riccione, el pueblo de ella, en 2006. Empezaron a salir poco después y pronto se hicieron inseparables. Se comprometieron hace tres años y vivían juntos en la casa de Simoncelli en Coriano. Cuentan que tenían planes de formar una familia en poco tiempo.