Una vez regresada de su garbeo por Bucarest, perro en bolso y más a gusto que un arbusto, doña Sofía presidió la inauguración de la mesa del Congreso de los diputados. De la visita de don Felipe a doña Letizia en la recogida de donativos de la Cruz Roja ya dimos fe en la Pasarela Neptuno. Naturalmente, hubo más actos oficiales, pero la familia Real está bastante ausente en las revistas de la semana. Lo cierto es que con el escándalo Urdangarín, y el duque de Palma apoderándose (supuestamente) de fondos del Gobierno balear, la familia Real ocupa un lugar muy secundario en las información rosa.
No podemos obviar el que es el tema de la semana. La boda de Paquirrín y Jessica Bueno y la espectacular sesión fotográfica a la que se han sometido en Hola, acompañados de Isabel Pantoja. Dice él que va a "intentar ser el mejor padre del mundo". La Pantoja, por su parte, asegura con toda molestia que la familia de la joven es "adorable y sencilla, como nosotros". El relato de cómo descubrieron su embarazo es apasionante. Dice la buena de Jessy que se hizo la prueba del embarazo en el baño de una cafetería, y que al salir del baño llorando, él –que ni se acordaba de que habían comprado la prueba- no se enteraba muy bien de lo que pasaba. ¿Se hacen a la idea? ¿Quieren que siga?
Ahora el PP es lo más guay. ¿Qué no me creen? Eso es que no saben de qué va la boda de la semana. La cantante de Nena Daconte ("Tenía tanto que darte/tantas cosas/que contarte") se ha enlazado con el abogado Eduardo Baeza, encargado de las redes sociales del PP. Lo sorprendente no es que el cargo de Baeza exista como tal, que también, sino que una artista comercial y de relumbrón como Mai Meneses, que así se llama en realidad la cantante de 33 años, se case con un destacado y joven miembro del PP. Todo muy alejado del rojerío que ha destacado los últimos años. No obstante, entre los invitados estaba Amelia Bono y su marido Manuel Martos, y hasta el periodista Pedro Piqueras, además de varios miembros destacados del partido.
David Bisbal es otra de las constantes de la semana rosa, y no por una de sus alegres piruetas sobre el escenario. Semana da testimonio del inicio de la Guerra, así con mayúsculas. No nos referimos al bombardeo de Londres por los nazis, sino del verdadero drama entre el cantante y Elena Tablada, y todo por un –fíjense- quítame-allí-medio-millón-de-euros. Más mil mensuales y el régimen de visitas. Ella le pide 3.000 euros mensuales para la niña, y David pretende dejarlo en unos raquíticos 2.000. Se dice que legalmente los requerimientos de Tablada no tienen mucho sentido. "La felicidad es como una ola que viene y que va", dice ella. Sabias palabras. Parece ser que a David le enfada bastante el trasiego de fiestas que se da la joven Tablada. Tanta salida –nocturna- hace pensar al cantante que la madre despista un tanto a la hija. Esto es sólo el principio del enfrentamiento, ni lo duden.
La bella Charlene Wittstock, princesa de Mónaco, está más joven cada día que pasa. Puede que sea el bisturí, que va a ser que sí, pero también es indudable su alto nivel de felicidad y jolgorio. Y proteínas. No se pierdan una instantánea de Semana, donde pese a un ajustado vestido negro, se da fe del ancho de hombros de la exnadadora: casi supera al del propio Alberto.
La reciente nacionalidad española de Ricky Martin y el actor Benicio del Toro, de la que ya dio fe este diario, la fenomenal noche de Halloween de David Bustamante y su esposa Paula Echevarría –con ella espectacularmente maquillada de Novia Cadáver, y él de vampiro con sombrero-, completan lo más perdurable de la crónica rosa de la semana.