Tal y como informa el diario ABC, se trató de un parto fácil. El bebé –Iván, como su padre- se adelantó unos días y pesó 2,4 kilos. La diputada, mano derecha de Rajoy y que suena como vicepresidenta del próximo Gobierno, se verá obligada a compaginar su condición de madre con la de político de primera fila.
En vísperas de Navidad Mariano Rajoy decidirá si la envía a algún ministerio. Ella tiene claro que al menos parte de la jornada laboral la pasará teniendo cerca al pequeño, aunque sea en su despacho."Me lo llevaré a donde quiera que tenga que ir yo. A donde vaya su madre, va él", dijo al diario ABC pocas horas antes del parto.
Según cuenta, el parto, como la inspiración, le llegó trabajando. Sáenz de Santamaría no renunció a participar en la primera semana de la campaña electoral, aunque se quedó en Madrid y alrededores. Sobre su participación en mítines de la comunidad, aseguró al diario que "me da patadas, y según estoy hablando, noto una pierna por aquí, un codo por allá". En la última Convención Nacional del PP en Málaga, la dirigente tomó la palabra entre contracciones.
Ella, por su parte, bromeaba con el tema: "Mi familia me dice que en lugar de hacerle escuchar música clásica para que esté tranquilo, tendremos que ponerle el Canal Parlamentario".
Según publica Curri Valenzuela, el pasado jueves Soraya sintió las primeras señales del parto tras una entrevista en la radio. Ingresó hacia las diez de la noche en la maternidad de la calle O’Donnell en Madrid, y poco tiempo después llegó Iván por parto natural. A principios de semana ambos estarán en casa. "Confío plenamente en la sanidad pública madrileña y más aún por mis circunstancias: soy una madre primeriza a los 40 años y eso puede implicar alguna complicación", aseguró Soraya al diario.
De los primeros en conocer el nacimiento de su hijo fue Mariano Rajoy. A las 6:43 de la mañana Sáenz de Santamaría le envió un sms: "Ha nacido Iván, pesa 2,4 kilos". Precisamente ayer, en el mitin que tuvo lugar en Burgos, Juan Carlos Aparicio, alcalde de la localidad, olvidó dos chupetes en el estrado. El presidente del PP, al tomar la palabra, cogió uno de ellos y aseguró al regidor que se lo entregaría a Soraya.