El vocalista y líder de la legendaria banda de rock Aerosmith tuvo la oportunidad de demostrar su valía interpretando el himno de Estados Unidos durante el partido de semifinales de fútbol americano entre los New England Patriots y los Baltimore Ravens.
El cantante fracasó estrepitosamente, ante un estadio lleno a rebosar, al intentar adaptar su estilo de voz rebelde y desgarrado, que tantos éxitos le ha brindado para alguna de las míticas canciones de su banda, pero que no agradó en absoluto a los espectadores ni a los propios jugadores allí presentes.
Además de la mala elección del estilo musical, el vocalista también confundió uno de los versos finales del himno, siendo abucheado de forma fulminante por una gran parte del público asistente al evento.
La dilatada experiencia de Tyler y su demostrada entereza en los escenarios le permitió acabar finalmente su interpretación, no sin quedarse sin voz en las estrofas finales.