Menú
ESTRENO: 4 DE SEPTIEMBRE

Agallas: thriller made in Spain con duelo actoral

Malos contra peores es un thriller español protagonizado por Hugo Silva y Carmelo Gómez. Ambos centran todas las miradas de una válida película que trata el narcotráfico gallego con cinismo, humor negro y picaresca, aunque deja con ganas de más.

Malos contra peores es un thriller español protagonizado por Hugo Silva y Carmelo Gómez. Ambos centran todas las miradas de una válida película que trata el narcotráfico gallego con cinismo, humor negro y picaresca, aunque deja con ganas de más.

Agallas, debut en el largometraje de Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez, es un más que aceptable thriller que apuesta por forjar su historia a través del duelo entre su pareja protagonista, aportando humor negro y las consabidas dosis de picaresca tipical spanish para hacer propio un producto bien rematado y suficientemente sólido como satisfacer.

Apoyándose en un Hugo Silva que sale airoso del desafío, el film cuenta las pretensiones de ascensión al olimpo criminal del narcotráfico gallego de un macarra sin conciencia y alucinado, que es acogido en el seno de un importante empresario gallego que obtiene sus mayores beneficios a través del comercio ilegal de cocaína. Tanto Silva como Gómez, intérprete de solvencia probada, cumplen en el juego del gato y el ratón que ocupa la mayor parte del metraje de Agallas, aportando dosis de humor negro que, en ocasiones, es lo más eficaz del relato.

Huyendo de aspamientos visuales excesivos y concentrándose con eficiencia en la historia, el evento busca su frescura a través del texto y los diálogos, recitados con talento pero sin llegar a evitar que cierto déjà vu se apodere de la película. Ésta, no obstante, avanza con buen ritmo y no deja que el espectador se desanime ante ciertos defectos de una trama un tanto minimalista, que renuncia a dar perspectiva alguna del panorama del narcotráfico gallego y nos deja con ganas de más.

Sólo queda reconocer, en fin, lo bien que le sienta al cine español la adaptación a sus tipos populares las convenciones del género del thriller y la serie negra. Adobada con una picaresca que proporciona un sentido del humor bastante válido (así como un nefasto giro final que da al traste con parte de lo logrado minutos antes), el film no aturde ni mata, pero convence razonablemente.

Como demostraron La caja 507 o Todo por la pasta, ambas de Enrique Urbizu, en España campan a sus anchas excusas argumentales suficientes para un policiaco y lo criminal como manda el canon. Sólo hace falta alguien dispuesto a darle una alegría al personal buceando un poquito hasta el fondo de la cuestión, o hasta la mitad.

En Chic

    0
    comentarios