El mes pasado era su hija Hayley, de 16 años, la que le salvó la vida tras encontrárselo inconsciente en el suelo de su casa. En esta ocasión fue el asistente de Hasselhoffquien decidió llamar al doctor Paul Ettlinger para que visitara al actor, que se había pasado varios días seguidos bebiendo, en su habitación del hotel Martins Lane.
Cuando Ettlinger llegó al hotel, la estrella de Los vigilantes de la playa estaba completamente fuera de control. Varios empleados del hotel observaron atónicos como Hasselhoff se abalanzaba sobre su asistente, golpeando accidentalmente al médico, al que acabó tumbando en el suelo.
La juerga comenzó el fin de semana cuando el actor estadounidense asistió a la fiesta de cumpleaños de Simon Cowell, jurado de la versión inglesa de Factor X, a la que acudieron más de 400 invitados. Durante la fiesta, Hasselhoffse pasó con las copas y tuvo que ser escoltado hasta una de las puertas traseras del local y llevado de vuelta a su hotel.
"David es muy difícil de manejar cuando está borracho, a menudo está muy emocional y agresivo. En esta ocasión estaba tan borracho que se orinó en la cama del hotel, destrozando dos colchones y siendo una auténtica lata para el personal", ha contado una fuente al diario The Sun.
"Su asistente Joe Townley estaba convencido de llamar al médico. David estaba furioso y la emprendió a golpes contra él, pero golpeó al médico por error. Los dos decidieron que no había otra opción que encerrarlo hasta que llegase la ambulancia", ha añadido la misma fuente.
Una huésped del hotel ha contado cómo se comportó el protagonista de la serie El coche fantásticodurante su estancia en el lujoso hotel: "Estaba abusando de todo el personal, gritando a todo el mundo. Nosotros estábamos en shock. Cualquiera pensaría que se trataba sólo de un borracho y no de una gran estrella".
Dos días ha tenido que estar Hasselhoff ingresado el Hospital Capio Nightingale de la capital inglesa, donde una habitación cuesta alrededor de 1.100 euros por noche, hasta que el jueves fue dado de alta.