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ESTRENO: 19 DE FEBRERO

Percy Jackson y el Ladrón del Rayo: Harry Potter de rebajas

Percy Jackson es un joven adolescente que se descubre hijo del dios Poseidón. Para huir del acoso de sus enemigos y salvar a su madre, Jackson ingresa en una escuela secreta en donde desarrollará sus poderes y habilidades. ¿Les suena el argumento?. A mí también…

Percy Jackson y el Ladrón del Rayo nace con la lícita voluntad de heredar el trono de Harry Potter, saga de aventuras juveniles que se aproxima a su desenlace (y desde hace ya un par de películas en franca decadencia, pero esa es otra historia). Para ello se ha utilizado la base literaria de Rick Riordan, lo que quiere decir que ya desde su misma génesis ha sido modelada como pura y dura morralla intertextual de las aventuras del joven mago.

Las aventuras de Percy Jackson sólo añaden a la fórmula algunas gotas de irreverencia adolescente de quita y pon y algunos elementos autoparódicos. Chris Columbus cambia la cara al producto pero la sombra de J.K. Rowling es alargada, y el invento acusa en cada uno de sus planos el hecho de estar superado antes de nacer. Poco importa que la magia y el trasfondo de misterio sea sustituido por la mitología griega y unas dosis más generosas de aventura pura y dura, amén de la insustituible ración de product placement: Percy Jackson y el Ladrón del Rayo es tan lineal y convencional que se contempla con cierta curiosidad pero incuestionable desidia.

Por la cinta se pasean actores como Pierce Brosnan, Uma Thurman y Rosario Dawson en intervenciones accesorias y por aquello de dar un plus de prestigio al producto, explotando su imagen más característica y dando a entender que no se toman demasiado en serio nada de lo que ocurre. Chris Columbus, precisamente responsable de las dos primeras adaptaciones de Harry Potter a la gran pantalla, aporta profesionalidad y su fiabilidad como narrador de espectáculos familiares, pero también algunos de sus vicios, como ese eterno epílogo sentimental: incluso su labor parece ciertamente desanimada.

En resumen, Percy Jackson pasa por ser una suerte de Harry Potter pasado por el tamiz de la serie B con presupuesto de A, quizá algo más entretenida y menos enfática que las de Potter, por la pura y simple razón que las dos últimas aventuras cinematográficas del personaje de J.K. Rowling eran un ladrillo de cuidado. Aunque no satura y aporta cierta picardía, su linealidad no conjuga bien con la épica y el sentimiento que toda aventura fantástica requiere.

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