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Reikjavík-Rotterdam: Thriller nórdico sin trampa ni cartón

Uno de los principales responsables del guión de Rekjavík Rotterdam es Arnaldur Indridason, verdadera sensación del noir nórdico (y van…) que arrasa en las mismas estanterías que Stieg Larsson. Lo mejor que se puede decir del film es que no aburre, algo que no podíamos decir de las adaptaciones de Millenium…

Uno de los principales responsables del guión de Rekjavík Rotterdam es Arnaldur Indridason, verdadera sensación del noir nórdico (y van…) que arrasa en las mismas estanterías que Stieg Larsson. Lo mejor que se puede decir del film es que no aburre, algo que no podíamos decir de las adaptaciones de Millenium…

Y es que lejos de resultar fría y desangelada, por Reikjavík Rotterdam corre cierta sangre y algo de mala leche, a pesar de que su modestia la haga parecer más adecuada para la parrilla televisiva que para la cartelera. Se trata de un film rutinario y formulario a más no poder, pero que mantiene cierto gancho gracias a lo poco habitual de su procedencia y el trazado de cierto trasfondo social novedoso.

Pero de todas formas Reikjavík Rotterdam acusa demasiado los mimbres de un film de género en su acepción más convencional, algo que la solamente correcta puesta en escena de Óskar Jonasson, (que parece remitir al nerviosismo del Paul Greengrass más diluido) tampoco ayuda a solucionar. No obstante, el muy particular sentido del humor del que Indridason impregna al relato, la agilidad de la acción y la propia brevedad del film impiden que nos cansemos de una trama que contiene, de todas formas, algún giro de cierta potencia.

El film se presenta así como un pasatiempo menor, resultón sin más, en el que todo pasa muy rápido. Es como si sus responsables tratasen de evitar a toda costa que el espectador se adelante a lo que pasa en pantalla precipitando los acontecimientos de forma ciertamente trepidante, algo a lo que ayudan las convenciones de un género perfectamente codificado. Eso da cierto encanto y nervio a un conjunto que es puro cliché y que sigue sin traducir al celuloide de forma adecuada la avalancha de laureles a la nueva novela negra nórdica. Pero, al menos, se aleja de esos nefastos ladrillos que fueron las adaptaciones al cine de la trilogía Millenium. Quedamos a la espera de los remakes americanos de todas ellas, que llegarán a partir del año que viene de la mano de un cineasta de bandera como es David Fincher, en el caso de estas últimas.

En Chic

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