El Mundo cree que "el juego independentista se le va a Mas de las manos", que solo quería un pacto fiscal y ¡toma!, ayer quedó claro que a la peña su pacto se la trae al pairo, Pedro J. avisa a Mas. "A Frankenstein se le escapa el monstruo". "Los manifestantes ignoraron la pretensión de Mas y convirtieron la movilización en una reivindicación de la independencia (...) Quien ha sacado a pasear al monstruo tiene ahora que resolver el problema de qué hace con él en la calle", menudo problemón. Victoria Prego reta al presidente. "Hay que decir que no al pacto fiscal y que lo de la independencia lo gestione Mas si se atreve. Vía libre", vamos, valiente.
A Jiménez Losantos le asombra que "todavía haya gente empeñada en creerse que la independencia de Cataluña no es factible" porque "la mayoría de los catalanes no es separatista", son unos cuantos alborotadores con ganas de bronca y aquí no va a pasar nada. "El nacionalismo, como toda doctrina colectivista, no obedece a la opinión pública sino que la impone", y pone a Lenin, Mussolini o Hitler como ejemplo. "Dice Mas que 'sin pacto, el camino a la libertad de Cataluña está abierto'. Por favor, no se priven más de su libertad, pero dejen de privarnos de la nuestra" y vayan con Dios. Bueno, Federico lo dice así. "Y a pedir, a la calle", dice exactamente.
El País titula: "El independentismo catalán logra una histórica exhibición de fuerza". Dice que "la extensión de las expresiones independentistas en Cataluña preocupa mucho al Gobierno". Quien lo diría, oye, Rajoy es un pedazo de actor. Carlos E. Cué opina sin embargo que Rajoy "no hará nada" porque los independentistas le parecen poco menos que marcianos, ese mundillo "le es completamente ajeno, no lo considera un interlocutor válido". Y en el editorial son muy comprensivos. En Cataluña hay un "malestar global" que El País sitúa en el "fracaso político desde Aznar", aunque a los demás nos parezca eterno. "La democracia española ha alcanzado un grado de madurez suficiente para poder abordar este desafío", dice y, aunque parece decir 'que adiós con viento fresco', lo que propone es "un modelo de corte federal".
El profesor Joan Subirats todavía le dura el subidón de la mani y ya se pregunta "cómo se abordará el diálogo institucional con Madrid y Bruselas? ¿Qué modelo de país emergerá?". "Quizás aún estoy aturdido por tanto lío y algarabía", dice. Ande, ande, tómese una tilita.
ABC chincha a Cataluña con la selección. "España sigue firme", titula. Y debajo "CiU agita un polvorín". La política de "crispación y enfrentamiento" de Mas "está dando resultado", dice y da un consejito a PP y PSOE. "No dejen espacio a la ambigüedad, rechacen el desafío del nacionalismo catalán y no teman su enfado ni sus amenazas de ruptura".
La Razón le restriega al Gobierno catalán su "desafío independentista" después de pedir pasta, echa la culpa a la crisis y asusta con la prima de riesgo, el hombre del saco de los últimos tiempos. "La radicalización nacionalista es una huida ante la crítica situación económica (...) la estrategia escapista de Mas solo puede beneficiar a los especuladores que se lucran con cada subida de la prima de riesgo". Jesús Fonseca se pone farruco. "El clamor de la calle, no siempre es el clamor de la calle, sino de sus señoritos. Estamos acostumbrados. No pasarán".
La Vanguardia se da un atracón independentista de once páginas. "Catalunya dice basta. La marcha marcará el futuro de la relación entre Catalunya y España", dice al borde de la lagrimita.
Y La Gaceta les hace un corte de mangas, abre con Esperanza Aguirre y les manda a una pequeña columna en su portada. "Artur Mas tensa la cuerda: o pacto fiscal o independencia".