El Mundo intenta convencernos de que Urkullo es un pedazo de tío, equilibrado y responsable al lado del cabeza de chorlito de Mas, porque en una entrevista dice que "en el mundo de hoy la palabra secesión es demasiado grande". O sea, que utilicemos una palabra más pequeña para hablar de independencia. "Urkullu considera necesario un acuerdo con el PP y el PSOE para plantear una consulta sobre la autodeterminación, una prudencia que Mas no ha tendido", dice Pedro J. admirado. ¿Ven qué majo? Piensa avisar con tiempo antes de ponerse farruco como el catalán.
Federico Jiménez Losantos cree que Pedro J. se deja llevar "por cierto optimismo sobre Cataluña". Su "confianza en la cobardía avarienta de CiU me parece excesiva", pero comprensible, Federico, muy comprensible. El caso es que solo ve "una novedad en el desafío separatista" de esta semana. "Ha disipado casi del todo el temor o la contrariedad por la secesión catalana en el resto de España. Es más, de los que se oponen, la mitad lo hacen por fastidiarlos". Ya te digo, algunos lo están deseandito, a ver si dejan de dar la murga.
Pedro J. también le dedica un pequeño editorial a las disculpas de Otegi, pero el detallazo le parece una racanería. "Disculpas se piden por un tropiezo. Los crímenes exigen mucho más".
Y así de cotilleo nos cuenta El Mundo que "ya se acabaron los mimitos" entre Rubalcaba y Chacón. Y es que Rubalcaba es sieso de cuidado y en la fiesta de la rosa "hizo el recorrido hacia el escenario escopetado, como si su vida estuviera en peligro y ni se paró a tomar un vaso de vino".
La Razón cuenta que Otegi es muy mala persona y ha hecho una "confesión venganza". Que "ETA había llegado a acuerdos con el gobierno socialista". ¡No me digas! Pedazo de notición, oye, felicidades a La Razón. Y en el tema catalán aporta una encuesta que dice que "CiU perdería un 10% de sus fieles si incluye la independencia en su programa". Pero resulta que "ERC ganaría cinco escaños". Estos catalanes están hechos un lío.
ABC dice que "la AVT no se cree las disculpas de Otegi", gente de poca fe. "Es tarde para los exhibicionismos de plañidera del cabecilla etarra, que hace un mes llamó perros a los policías y a sus 'putas familias'". Isabel San Sebastián está que trina con el asunto catalán. "Nos vendieron, desde la izquierda bienpensante y la derecha cobarde, que el mejor modo de frenar los embates del secesionismo era mostrarse conciliador y mostrar la otra mejilla (...) Nos engañaron. Ninguna de las cesiones que hemos hecho ha logrado otra cosa que alimentar al monstruo que pretende devorarnos". Y tiene un mal presagio. "Podíamos elegir ente la humillación y la guerra; escogimos la indignidad y además tendremos guerra".
El País se enfada con Rubalcaba, que "ignora la demanda federalista del PSC" y de El País. Enrique Gil Calvo tiene claro quién tiene la culpa de lo de Cataluña y para nada los catalanes. "El PP es culpable –solo faltaría- de haber consentido y animado una injusta campaña de catalanofobia. De ahí que muchos catalanes, al sentirse acosados y perseguidos como si fueran judíos, prefieran fugarse de un país que les aborrece casi tanto como les envidia". Ay, que voy a llorar. "Pero lo del PSOE resulta casi peor". No de todo el PSOE, claro, sino de "la irresponsabilidad de Zapatero".
La Gaceta me deja boquiabierta con su admiración hacia Rubalcaba, del que dice que es el más "sensato". "Rubalcaba le dice no a Artur Mas". A buenas horas mangas verdes. Nos echa un broncón porque "desde hace algún tiempo crece entre los ciudadanos un sentimiento de hartazgo ante las recurrentes presiones del nacionalismo catalán. Ya está bien, si quieren independizarse, que lo hagan", dice que piensa la ciudadanía no catalana. "Compresible pero inaceptable", se niega. Jopé, ¿por qué?, se preguntarán. "Desmembrar España sin una guerra es técnicamente imposible (...) Con esas purgas de sentimientos empiezan las discordias profundas que acaban con demasiada frecuencia en derramamiento de sangre", dice con toda su mala idea para desmoralizar.