El imitador de la masacre de Columbine, el joven detenido en Palma, presentó el pasado 7 de septiembre en las dependencias de la Guardia Civil de la capital balear los papeles para obtener la licencia de escopeta, según han confirmado a Efe fuentes de la Benemérita.
La solicitud de Juan Manuel Morales Sierra, de 21 años, detenido con 140 kilos de explosivos para atentar en la Universidad balear, fue paralizada de inmediato una vez que la Guardia Civil confirmó que el joven estaba siendo investigado desde hace meses por la Policía Nacional.
Las fuentes consultadas han explicado que cada vez que una persona solicita un permiso de armas se comprueba si tiene antecedentes penales o si está siendo investigado por alguna causa, razón por la que se le deniega la petición.
Según la investigación policial en curso, este joven intentó en varias ocasiones adquirir ilegalmente armas y, al no lograrlo, solicitó su permiso de manera legal hace cuatro semanas.
Su último propósito era aprovisionarse de gran cantidad de sustancias explosivas y químicas para fabricar bombas de tubo repletas de metralla y diseminarlas por el recinto universitario, según registró en un diario encontrado por la policía en su casa.
En el diario también confiesa que pensaba suicidarse tras cometer la masacre, igual que los dos jóvenes estadounidenses que en 1999 mataron a 13 personas e hirieron a 23 en la escuela de Columbine de Colorado (EEUU).
Juzgados de Palma
Morales Sierra ha declarado esta tarde a los juzgados de Palma ante el juez de guardia, después de haber confesado a la Policía su intención de llevar a cabo una matanza. Esposado y con la cabeza descubierta, ha sido insultado por algunos de los presente, a lo que ha respondido con una sonrisa.
El juez Enrique Morell, en funciones de guardia y que es precisamente el que lleva esta investigación desde hace cinco meses y bajo secreto de sumario, interrogó al jóven balear durante espacio de cuarenta minutos, tras lo que ha decretado que quede en prisión sin fianza acusado de delitos de tráfico de armas, explosivos y estragos.
El juzgado de instrucción 9 de Palma lleva la investigación contra este joven desde que la Policía se pusiera tras su pista alertada por un periodista venezolano residente en Japón, que detectó comentarios del joven alabando la matanza del instituto estadounidense Columbine, en abril de 1999.