"Huracán contra Wert por apoyar que en Cataluña haya colegios en castellano", titula El Mundo. La que se lió en el Congreso. Fue "como si el Gobierno fuera a montar unas granjas humanas de las que brotarán españoles que luego se esparcirán por Cataluña", cuenta David Gistau, que cae rendido a los pies del osado ministro. "Tiene el desparpajo de quien sabe que podría encontrar trabajo al margen de la política" y "eso le convierte en un polemista formidable". Sin salir de Cataluña, también cuenta El Mundo que "un programa de TV3 simula atentar contra el Rey, Millet y Sostres". Dice Pedro J. que "es intolerable que el dinero de los ciudadanos se use para una emisión así, que señala peligrosamente como objetivos a personas incómodas con el discurso oficial de Cataluña". Cuídate, ministro Wert.
Pero El Mundo abre hoy con una exclusiva. "Roban en la Audiencia el disco duro con los secretos del Faisán", otro robo de esos raros que se suma al de la droga en Sevilla y al de la casa de la Pantoja.
ABC se pone chulo. "Sí, españolizar", ¿qué pasa? "Hoy en día no es un acto patriotero sino un propósito cívico y educador". Isabel San Sebastián dice que "a juzgar por la catarata de descalificaciones e insultos que le cayó" lo que hizo el ministro "fue un acto rayano en el heroísmo. Una hazaña democrática merecedora de admiración. Una proeza que ninguno de sus predecesores, salvo Esperanza Aguirre, habría osado acometer".
La Razón se emociona con la "claridad y valentía" de Wert. "Ya era hora de que un miembro del Gobierno de España tuviera el coraje de denunciar la manipulación nacionalista de las escuelas", plas, plas plas, aplaude con entusiasmo. La periodista Esther Palomero, que cubría la información parlamentaria y esperaba "una sesión de control de trámite", aburrida, se lo pasó pipa. "Llegó Wert y montó la marimorena". "A la Generalitat le ha sentado como un tiro", ji, ji.
La Gaceta, que abre su portada poniéndonos los dientes largos con que "Italia sí baja los impuestos", ensalza el "sentido común de Wert". Se extraña el periódico de Intereconomía de que sus palabras "desataron el escándalo. ¿Nos hemos vuelto locos?", se pregunta como si le cupiera alguna duda.
El País y La Vanguardia se encargan de responder a la pregunta de La Gaceta. Wert es el mismísimo demonio.
"Wert eleva la tensión con Cataluña por defender ‘españolizar a los alumnos’". Para el diario de Cebrián, el ministro "incendió ayer la ya complicada precampaña" y "no rectificó ni fue rectificado" por decir semejante disparate. Joaquim Prats pone al ministro a caer de un burro. "Más que un ministro tenemos un opinador que habla de oídas en una tertulia de bajo nivel y que denota un alto grado de irresponsabilidad".
Y La Vanguardia, escandalizada, pone el grito en el cielo. "Todo un ministro" admitió que su interés es españolizar a los alumnos, pero eso cómo puede ser. Esto ya es el acabose.