El joven que quedó en estado vegetativo cuando se sometió a una rinoplastia en la Clínica Nuestra Señora de América de Madrid en 1989 murió el pasado fin de semana. Antonio Meño fue enterrado ayer y su madre Juana Ortega ha explicado en esRadio lo que supuso su lucha y la de su familia en los tribunales durante más de veinte años para que se reconociera la negligencia que dejó postrado a su hijo.
La madre de Antonio Meño ha comentado que "no tenía esperanza de recuperarle" desde "hace muchos años" y que "por lo único que ha luchado ha sido por que se reconociera el daño que se le hizo". Juana Ortega ha indicado que todo lo que ha hecho "no ha sido por dinero sino por la dignidad de mi hijo".
Ha explicado que quería que reconocieran "el daño que se le hizo a Antonio y a toda la familia" porque, ha contado Juana Ortega, fue "una canallada" el "no reconocer que una persona actuó mal". La madre de Antonio Meño ha dicho que "a mí el dinero no me resarce de nada, yo lo único que he hecho es demostrar que siempre he tenido la razón", por eso ha apuntado que es "inhumano y no debe de permitirse".
La madre de Antonio Meño ha recordado el día que le anunciaron que tendría que irse a la calle por tener que pagar 400.000 euros de costes judiciales. Ha explicado que "el día 13 de mayo de 2009 tenía que haber entregado todas mis cosas y ante esa situación preparé todo y me fui a la calle".
Juana ha indicado que "de todas formas ellos me iban a echar y ya que me echan que carguen con las consecuencias de tener a un enfermo inválido año y medio en la calle". Eso fue lo que al final ocurrió pero se ha lamentado diciendo que "quien tenía que haber cortado esto antes era la persona que le hizo el daño a mi hijo". Según Juana, "tenía que haber dicho la verdad en el año 89" pero en vez de eso "abandonó a Antonio para proteger a los compañeros".
"Si el médico lo hubiera reconocido, porque fue condenado en el 93, esto habría quedado saldado. Pero como es tan prepotente dijo que él no lo había hecho", ha señalado la madre de Antonio, que ha apuntado que "la justicia le hace caso al más poderoso, no al más humilde, al de abajo le cuesta mucho más llegar a la justicia que al que tiene más poder".
En este sentido ha indicado que "he perdido a mi hijo y a toda mi familia por culpa de un negligente" y que "siempre había dicho la verdad, que el médico no enchufó el oxígeno para que respirara".
El futuro que viene
Juana Ortega ha comentado que "mientras Antonio viviera había un paréntesis pero en cuanto ha muerto se ha abierto otro" y ha señalado que "tengo que ver lo que me aconsejan" ya que "depende de lo que digan los abogados".
Ha contado que está "colaborando con una asociación contra los errores de la justicia" y espera que le "sirva de apoyo para salir adelante". Ha dicho que "la gente me quiere ayudar y si me quieren ayudar allí estaré".