Más que esperada, la sentencia del Tribunal Constitucional era la deseada por el núcleo duro del Gobierno. Incluso antes de acceder a la Moncloa y a pesar de que este hecho en sí sea una contradicción, habida cuenta de que fue el Partido Popular el que presentó el recurso al considerar que el término matrimonio no se adecuaba a la unión de dos personas del mismo sexo. Aunque se recuerda hoy y se decía entonces que no se ponía en duda que "derechos y obligaciones tenían que ser los mismos" que la de cualquier otra pareja.
La firmeza de Mariano Rajoy en este sentido fue languideciendo con el paso de los años, a la par que la sociedad acogía las bodas gay sin más estridencias y algunos sectores de su propio partido se posicionaban a favor. No así todas las familias populares, como la católica, este martes muy crítica con la postura del Ejecutivo y Génova: "Nos estamos avergonzando de nuestras ideas", se quejaron.
Oficialmente, el Ejecutivo no solo acató el fallo, sino que anunció sin matices que no tocará la ley. Solo horas antes, Mariano Rajoy limitó el recurso presentado al término "matrimonio" y, como en otras tantas ocasiones, reiteró que se atendría a lo dictaminado por el Alto Tribunal.
Posteriormente, en una respuesta preparada y meditada previamente, Alberto Ruiz Gallardón declaró a las agencias, por si había algún tipo de dudas: "El TC, al establecer que la Constitución ampara que esta unión de personas del mismo sexo cabe dentro de la concepción de matrimonio que recoge el texto constitucional, ha establecido una doctrina que para nosotros es, en este caso, vinculante", afirma. Y por esta razón, añade, "lo que hará el PP será, acatando la sentencia, no modificar la vigente Ley y, por lo tanto, dejar exactamente en la regulación que el Constitucional ha validado, la normativa que afecta a los matrimonios de personas del mismo sexo".
El ministro de Justicia destacó, en línea con Rajoy, que "la duda que existía, y de ahí el planteamiento del recurso, era sobre si la unión de dos personas del mismo sexo podía recibir la denominación de matrimonio, si era o no acorde con nuestra Constitución". Y, de hecho, así se recoge en el último Congreso Nacional, celebrado en Sevilla, así como en el Programa Electoral.
Los sectores populares más proclives al "sí" judicial y político se felicitaron el fallo nada más conocerlo a través de las redes sociales. Fue especialmente sonoro el aplauso del PP vasco. Alfonso Alonso, que también es portavoz del Grupo Popular, habló incluso antes de que el tribunal se pronunciara que la "disputa" quedaba "zanjada".
La valoración de Génova quedaba en manos de Iñaki Oyarzábal, responsable de Justicia y que recientemente hizo pública su homosexualidad: "Da certidumbre y seguridad jurídica a las personas que se han casado durante años". Y precisó que "a la vista de lo que dice el TC tiene perfecto encaje en la Constitución".