Libertad Digital ha tenido acceso al informe sobre las deficiencias de seguridad que presentaba el Madrid Arena con fecha 10 de marzo de 2010 y que no fueron subsanadas hasta el pasado 19 de octubre, según indicó la propia alcaldesa, Ana Botella, en rueda de prensa; es decir, que el Madrid Arena siguió funcionando y acogiendo, por tanto, todo tipo de eventos con esos problemas de seguridad dos años y medio después de que el Ayuntamiento tuviera constancia de ellos.
No obstante, fuentes municipales precisan que "nadie" tiene constancia de que estas deficiencias hayan sido subsanadas. "Presupuestariamente, al menos, habríamos tenido noticias", señalan. Así que estas fuentes consideran que "la noche de la tragedia, el Madrid Arena seguía teniendo estos problemas de seguridad graves que se denunciaron ya en 2010".
Fue Madrid Espacios y Congresos el que en otoño de 2009 elevó una consulta a la concejalía de Urbanismo sobre este recinto. Esta consulta dio como resultado un informe en el que se detallaban hasta 18 incumplimientos de seguridad, eso sin contar con que este documento denunciaba la falta de información sobre otros tantos aspectos.
Entre las deficiencias que documentan, con fecha 10 de marzo de 2010, se encuentran:
- La planta baja sólo es accesible para un coche de bomberos en 1/5 parte de la fachada. En el resto de esa planta no es posible o por gálibo o por resistencia del suelo. En las plantas superiores tampoco sería posible la entrada de un coche de bomberos porque no se cumple la condición mínima de altura.
- No estaban documentadas las condiciones reglamentarias de ventilación contra humo de los pasillos perimetrales, ni se aporta documentación sobre la existencia o no de compuertas cortafuegos.
- Las salas, recintos y espacios compartimentados que dan a los pasillos perimetrales no están sectorizadas siguiendo la reglamentación. Además, en el momento del estudio estos pasillos perimetrales tenían materiales almacenados que podían actuar como carga de fuego (varias barras de madera). Los paneles de madera de contrachapado deben retirarse también de todas las salas anexas al perímetro, para retirar carga de fuego.
- También hay importante carga de fuego en las gradas, que contienen una importante cantidad de madera contrachapada y la composición de los asientos de estas gradas no son reglamentarios. Se echa en falta detectores de humo en todos los niveles en el espacio que hay bajo las gradas, pues los detectores de techo están a demasiada altura y no son suficientes.
- Con las gradas del nivel más bajo extendidas se obstaculiza las salidas del recinto, lo que hace que en caso de emergencia la gente fuera emplazada a salir por la del nivel 1, produciendo un posible efecto tapón.
- No está acreditada la existencia de los hidratantes reglamentarios, es decir, de las tomas de agua para las mangueras de los bomberos.
- Los anchos entre las filas de las gradas no cumplen lo establecido.
- Hay almacenes y otras salas de riesgo de incendio alto y medio en la planta cero, bajo tierra, emplazamiento no permitido para dichos niveles de riesgo.
Entre las deficiencias generales que aporta dicho informe se encuentran:
- No se desarrolló para qué iban a ser utilizados cada una de las zonas en las que se divide el Madrid Arena, las indicaciones del ayuntamiento eran sumamente vagas no siendo admisible que figuren ni en memoria ni en planos, datos tales como: espacios multifuncionales, sin uso, polivalentes, en reserva, etc, puesto que al día de la fecha se conoce perfectamente la actividad específica a la que se destinará cada espacio. Asimismo, falta presentar planos y los que se aportaron no tenían datos suficientes.
- No se aportó tampoco ningún tipo de dato sobre el edificio auxiliar. Asimismo, no se desgranó la ubicación de máquinas y elementos industriales colocados con objetivo de plantear medidas correctoras contra incendios.
Días después de la tragedia, la delegada de Urbanismo de Madrid, Paz González, negó cualquier incumplimiento de la seguridad y afirmó que el edificio está "en regla" para acoger eventos con aforo de hasta 12.000 personas. No obstante, la propia alcaldesa reconoció que existían fallos en la seguridad del pabellón, pero que estos fueron subsanados, dijo el pasado 19 de octubre. Asimismo, anunció el cierre del Palacio de Cristal de la Casa de Campo y del Palacio de Deportes de IFEMA en los que se habían detectado deficiencia que no habían quedado subsanadas.
Cuando los periodistas allí presentes se interesaron por conocer cuáles eran estas deficiencias concretas que habían provocado el cierre de estos edificios municipales, así como las del Madrid Arena, donde cuatro chicas murieron y otra está hospitalizada en estado grave, Ana Botella se remitió a su equipo de prensa, que sería el que proporcionara esta información a los medios en aras de la transparencia. "No tenemos miedo a la verdad porque no tenemos nada que ocultar", sentenció la regidora madrileña. A día de hoy, el Ayuntamiento no ha proporcionado ninguna clase de información.
Las dimisiones que pide UPyD
Por todos estos motivos, desde UPyD se ha pedido –aparte de la dimisión de Pedro Calvo– la de sus antecesores en el cargo: el actual vicealcalde, Miguel Ángel Villanueva, y la actual delegada de Urbanismo, Paz González. Ortega pide estas dimisiones porque dicho informe de 2010 advertía de "graves problemas de seguridad" en el Madrid Arena y "ninguno de esos tres responsables hizo absolutamente nada al respecto".
"Son los responsables políticos los que no han hecho caso de ese informe" que alertaba de fallos de seguridad en el Madrid Arena, recordaba Ortega a Libertad Digital. Sobre la dimisión de Calvo, el portavoz municipal de UPyD no se ha mostrado del todo satisfecho. "Su dimisión no está clara, ¿ha entregado también su acta de concejal?", pregunta. "Si no ha sido así, a mí no me convence".