Para El Mundo los sindicatos y el PSOE van "De fracaso en fracaso" con tanta huelga y tanta mani. Pedro J. alucina con la perra que han pillado los sindicatos con la "absurda consulta sobre los recortes, como si a alguien le gustara que le congelen el sueldo o se reduzca el gasto sanitario" y cree que la gente pasa total porque "están cansados de huelgas políticas". Y más si las convocan los sindicatos "de miles de liberados que no trabajan". Casimiro García-Abadillo tiene una teoría. Cree que lo que los sindicatos quieren es demostrar que "están vivos" y por eso "pusieron tanto empeño en que militantes y simpatizantes acudieran a las manifestaciones". "CCOO y UGT se han constituido en la oposición callejera al Gobierno". Vamos, como siempre. Para Victoria Prego el problema es que los sindicatos van un poco acelerados. "Cuando haya pasado un tiempo suficiente, que tendrá que ser al menos un año más, examinar si las medidas gubernamentales han empezado o no a dar resultado. Entonces será el momento de pedir explicaciones si la apuesta del Gobierno se salda con un desastre". Pero como sigan con esta carrerilla de convocar "una huelga cada seis meses acabarán provocando el agotamiento".
El País ya ha visto que la huelga general tuvo un "impacto moderado" y que el PP las encaja "sin pestañear", así que se lanza a por las manis, que arman mucho más jaleo mostrando "un gran poderío". "Las manifestaciones canalizan, mucho más que las huelgas, el descontento", constata Soledad Gallego. "Está claro que los sindicatos no son capaces de parar este país mediante una huelga general", y se ha percatado de que al PP se la trae al pairo porque no tiene "consecuencias para Rajoy". Así que hace una sugerencia. "En algunos sectores socialistas empieza a alimentarse la convicción de que solo la presión directa, en la calle, puede revitalizar la vida política de su partido", que en cristiano quiere decir que si el PSOE quiere resucitar tiene que montarla día sí y día también. Así que ánimo, "solo una presión extrema en la calle podría llevar al PP a modificar ese análisis". Y es que Prisa está muy por presionar. "CCOO y UGT presionarán por un referéndum", "los líderes sindicales aseguran que con la presión vendrá la rectificación" y pone la guinda en el editorial. "Una parte de la ciudadanía", o sea la izquierda, ha envidado un mensaje inequívocamente contrario a las políticas del Gobierno" para variar. "El Ejecutivo tiene la obligación ineludible de escucharlo y canalizarlo". Y si no, a presionar.
ABC cree que "España prefiere trabajar". Bueno, bueno, sin exagerar. "Si la huelga general de ayer hubiera sido un referéndum los sindicatos convocantes lo habrían perdido claramente" porque solo consiguieron parar la actividad en "aquellos sectores en los que tienen una capacidad de presión decisiva, como las fábricas", en los que pueden utilizar "la coacción" como los transportes o, su favorito, "la intimidación directa de los piquetes". Así que les da un consejo. "El seguimiento a las convocatorias sindicales solo podrá medirse con fidelidad cuando los sindicatos no organicen cuadrillas de matones por las calles". Jaime González está atónito con los socialistas y sus pancartas en el Congreso. "Hay culpables", decían con un rostro de cemento armado. Si es que son unos guasones de cuidado, Jaime. "Si el cinismo pudiera romper la barrera del sonido la mera exhibición hubiera causado un estruendo tan brutal que el techo del hemiciclo sucumbiría al peso de la hipocresía para sepultar la bancada socialista". Tampoco Martin Ferrand da crédito. "Hace falta un rostro pétreo para sumarse a la huelga que protesta contra su propia obra de poder". Vamos, vamos, un poco de sentido del humor.
La Razón les estampa un "Fracasados" en su titular. "UGT, CCOO y PSOE no logran paralizar el país" y "Toxo y Méndez se enrocan en sus cargos". También están estupefactos con la jeta que luce el PSOE, que "culpable en buena medida de la situación, tuvo la osadía de situarse el primero de la manifestación". Si es que son unos genios.
La Gaceta hace un breve resumen en su titular de lo que fue el día de ayer. "La izquierda solo logra movilizarse a sí misma". Ya, pero no dirán que no hacen ruido. Ramón Cendoya está muy, pero que muy apenado. "Qué desgracia para España tener unos sindicatos como los que tenemos", "qué desgracia para España tener este PSOE como principal partido de la oposición". Unos desgraciados, eso es lo que somos.