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Así funcionaba la trama del Palau liderada por Félix Millet

El caso Palau ha destapado una gigantesca trama de corrupción. Fuentes conocedoras del caso explican a LD cómo se llevó a cabo.

El caso Palau ha destapado una gigantesca trama de corrupción. Fuentes conocedoras del caso explican a LD cómo se llevó a cabo.
Félix Millet | EFE

Félix Millet pertenece a una de esas familias catalanas de tradición que tanto gustan en Cataluña. Hijo y bisnieto del presidente del Orfeón Catalán, su familia siempre ha estado a la cabeza del Palau de la Música de Barcelona, más conocido hoy en día por la corrupción que por su belleza. 

Para entender cómo se llevó a cabo esta trama hay que destacar las excelentes relaciones de Félix Millet con políticos de todo signo político tanto catalán como nacional y con el mundo empresarial y cultural. "Sabía moverse y estaba muy bien relacionado en Cataluña", asegura gente que le conoce.

Exdirectivo del FC Barcelona con José Luis Núñez y Joan Gaspart, fue posteriormente miembro de la Fundación del club. Además, ha disfrutado no sólo de la estrecha amistad de la familia Pujol sino que también tenía una excelente relación con José María Aznar. De hecho, ambos fueron vecinos en Ibiza, en algún veraneo a finales del siglo pasado. A raíz de ahí el expresidente del Gobierno visitó el Palau invitado por Félix Millet y quedó impresionado por su belleza.

Frente al "España nos roba" tan repetido por los nacionalistas, fuentes conocedoras del caso han asegurado a Libertad Digital que el Palau de la Música no sólo recibió grandes subvenciones de la Generalidad de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona sino que durante años las principales aportaciones fueron del Ministerio de Cultura, que colaboraba estrechamente con el organismo dirigido por Millet. "Cuando Aznar visitó el Palau con Millet se quedó patidifuso", aseguran estas fuentes, que subrayan la predisposición de sus gobiernos para colaborar con esta instalación de la que quedó enamorado.

El famoso cuatro por ciento

El cobro de las comisiones ilegales en Cataluña, el conocido como el cuatro por ciento, era una estrategia completamente estudiada. Estas fuentes de toda solvencia consultadas por Libertad Digital explican cómo funcionaba esta trama que desviaba dinero para la financiación ilegal de CiU y sus dirigentes.

Las empresas que aspiraban a conseguir un contrato por parte de las administraciones públicas en Cataluña tenían que pagar este porcentaje. Pero se hacía de tal forma que la empresa "estuviera cubierta" para que no hubiera problemas.

Para ello, la trama instaba a dichas empresas a realizar patrocinios en distintos eventos culturales. Es aquí donde entraba el Palau de la Música y otra instituciones culturales y eventos como festivales musicales. Para lograr contratos públicos, había que pasar por esta subvención obligatoria a instituciones culturales que, además, se vestían como símbolos nacionales de la Cataluña en el imaginario nacionalista.

Una vez hecha esta donación, el dinero comenzaba a perderse por el camino. Al organismo oficial acababa llegando dinero, pero no la totalidad que la empresa había donado como subvención cultural.

Los millones del Palau

El Palau de la Música experimentó un cambio radical durante el tiempo en el que estuvo al frente Félix Millet. La gran cantidad de dinero invertido por el Estado y por la Generalidad y los permisos del Ayuntamiento propiciaron esta transformación.

De hecho, el Palau movía cada año importantes cifras de dinero que aumentaron aún más con la operación urbanística llevada a cabo en relación con el mismo. Junto al edificio principal se construyó uno más, un restaurante, cuya carta únicamente está en catalán, otro salón de actos más pequeño e, incluso, se concedió el permiso para la realización de una plaza contigua al edificio principal en el que se situaría el Hotel del Palau. Sin embargo, el escándalo salió a la luz pública antes de que Millet pudiese culminar el proyecto y el hotel no se llegó a construir.

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