La Ejecutiva Federal analiza a puerta cerrada el batacazo del PSC en las elecciones de Cataluña en las que los socialistas catalanes cosecharon el peor resultado de su historia. 70.000 votos menos, 8 escaños y la pérdida de la posición de segunda fuerza que, sin embargo, fueron considerados como "buenos" por su representante en la dirección federal, José Zaragoza. El parlamentario consideró que "el resultado ha demostrado que el PSC tiene fuerza y capacidad de afrontar proyectos muy difíciles. Creo que el resultado es bueno en medio de este lío".
Un lío en el que intervenía el también derrotado líder gallego en las pasadas elecciones del 21 de octubre. Pachi Vázquez reconocía, también a las puertas de Ferraz, que "los resultados son mejores de lo esperado pero no dejan de ser duros y difíciles".
Quien intervenía en esta ocasión para calmar las aguas y no para echar leña al fuego era el presidente del PSOE y líder de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, para asegurar que "hace falta un PSOE muy unido, muy fuerte en su unidad para plantear desde la Ejecutiva Federal un proyecto ilusionante, que no sea de inmovilismo e integrador en el que todos nos sintamos cómodos. Reflexionar con serenidad".
Sin embargo, la primera reflexión del día la escuchaban los socialistas a primera hora de esta mañana en la cadena SER y de boca del 'ex talismán' Felipe González para quien "sería un autoengaño" tomar como buenos los resultados aunque hayan sido mejores que las encuestas. "El PSC tiene que recuperar su posición mayoritaria, de alternativa y acercarse a la realidad española". El ex presidente del Gobierno pidió también que "ahora, como el día de las elecciones, la única salida seria es dialogar, entenderse, recuperar una vía de entendimiento Cataluña-España. No empezar a agitar de nuevo banderas".