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Curas nacionalistas cargan ahora contra el sacerdote que defendió a las víctimas de ETA

El Foro de Curas de Vizcaya entra de lleno contra el sacerdote que censuró los ataques a las víctimas del terrorismo de un miembro de la Curia.

La defensa que el deán y párroco de la catedral de Bilbao, Luis Alberto Loyo, hizo de las víctimas del terrorismo no le va a salir gratis. Este sacerdote salió al paso de las declaraciones que el delegado de Pastoral Social de la Diócesis, José María Delclaux, hizo en una entrevista en la que decía que las víctimas "no deben hacer política con su victimismo" y las acusó de presionar al Gobierno para que no derogue las "leyes excepcionales".

Ahora ha llegado el turno del conocido como Foro de Curas de Vizcaya, formada por sacerdotes de tendencia nacionalista, en la que arremeten duramente contra el deán por sus declaraciones "partidistas". Nada dicen, sin embargo, de las palabras del Delclaux, al que defienden a capa y espada.

Este grupo ha enviado una carta abierta al obispo de Bilbao, Mario Iceta, para que tome cartas en el asunto y en el que también lanza advertencias a éste. De hecho, el comienzo de la misiva deja muy a las claras las intenciones de estos curas nacionalistas: "intuíamos que la ola restauracionista que se reforzaba con su llegada iba a provocar, entre otros problemas, una notable fractura del Presbiterio Diocesano".

Una vez dicho esto el escrito se centra en el deán de la catedral y recuerdan una de sus frases con las que respondía a Delclaux: "los verdugos y los criminales se pueden sentar en el parlamento". Esta frase es la que más ha dolido a los curas nacionalistas, que afirman que "es una acusación con tintes partidistas que, en vez de favorecer la pacificación y la reconciliación, la entorpece, además de 'poder' resultar injuriosa". Del mismo modo, estos sacerdotes obvian las acusaciones a las víctimas del terrorismo que hace el cura al que defienden.

Esta incongruencia se mantiene cuando el escrito del foro justifica las palabras del delegado de Pastoral Social por ser "personal y no diocesano" mientras que el padre Loyo firmó como "deán y párroco". 

Los avisos de los nacionalistas

De este modo, estos sacerdotes nacionalistas añaden que las declaraciones del deán, sacerdote que no cumple con el perfil que ellos prefieren, "nos resultan difícilmente aceptables en un católico. Intolerables, en un sacerdote". Asimismo, la complacencia con el entorno proetarra y su dejación a la hora de cuidar de las víctimas tampoco aparece en la carta. 

También añaden que "entendemos que, en la medida en que se asume una responsabilidad institucional en nuestra iglesia no se puede insultar a otro responsable pastoral con calificativos que además de injustos, son manifiestamente falsos". Y es aquí donde le llega la advertencia: "el deán y párroco de su Iglesia Catedral ha traspasado una línea que nunca tuvo que rebasar".

Tampoco se libra el obispo Iceta de estos avisos. "Queremos manifestarle que si decidiera dar la callada por respuesta se correría un altísimo riesgo de agravar la ya delicada concordia y unidad en el seno de nuestro Presbiterio Diocesano y de éste con su Obispo".

Quiénes son estos curas

La forma en que surgió el Foro de Curas de Vizcaya ya deja muy a las claras cuál es su espíritu. Lo hizo en 2010 como respuesta al nombramiento de Mario Iceta como obispo de Bilbao. En consecuencia, contra "la orientación conservadora de la jerarquía eclesial" y por tanto por el cambio de rumbo de la iglesia vasca comenzado con Ricardo Blázquez y acabado con Iceta, que decidió ordenarse fuera del País Vasco.

Su poder de convocatoria en este tiempo se ha demostrado más bien escaso y su resonancia se ha debido más a la publicidad que los distintos medios nacionalistas le han dado que al poder real que estos curas han podido demostrar.

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