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Agresivo tercer grado de 'El País' al ministro Wert

Sin incidir en su paso atrás en la inmersión lingüística, El País somete a Wert a un tercer grado.

Sin incidir en su paso atrás en la inmersión lingüística, El País somete a Wert a un tercer grado.
José Ignacio Wert, en una imagen de archivo | EFE

Las periodistas Pilar Álvarez y Maribel Marín del diario El País someten a un agresivo tercer grado al ministro de Educación, José Ignacio Wert, sobre todo por la cuestión lingüística.

Ya en la introducción a la entrevista las periodistas hablan de "declaraciones altisonantes" del ministro y su "reforma ideológica" que enfada a los catalanes y satisface a los obispos. También dicen que "políglota y hábil conversador", el ministro "tiene respuestas para todo. O casi. En las cuestiones espinosas mira de reojo a sus colaboradores o recurre al off the record como comodín".

Continuas repreguntas tratan de poner en aprietos a un Wert que se desenvuelve con cierta soltura, pese al acoso interrogativo del diario de Prisa. Unas periodistas que, sin embargo, no le interrogan por ese paso atrás que dio en lo que se refiere a la inmersión lingüística en Cataluña. "Hay un borrador sobre el que existe un monumental desacuerdo", dicen, "si un vasco trasladado a Madrid quiere escolarizar a su hijo en euskera, ¿se le garantiza ese derecho?". "¿Le negaríamos entonces ese derecho a un padre por haber nacido en un sitio distinto?". "¿Si se fuera a Francia escolarizaría a sus hijos en francés?".

A esta última pregunta, Wert contesta con que "lo que yo hiciera como opción personal me parece ampliamente irrelevante. Pero sí me gustaría que aprendieran francés y que no olvidaran el español". Antes, cuando le espetan que no logra un acuerdo sobre el catalán, Wert advierte de que "hay solo medidas sobre el uso de lenguas cooficiales. Hay algo raro cuando ni en el País Vasco, ni en Galicia, ni en la Comunidad Valenciana, ni en Baleares han planteado el menor problema". A lo que la entrevistadora responde: "porque los modelos que existen son distintos". Y Wert remata: "Pues también, a lo mejor, eso es digno de reflexión".

Sobre el anunciado recurso de Cataluña al Tribunal Constitucional sobre la futura ley de la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), Wert responde que le encanta que digan que "van a llegar" ante este tribunal, porque "si eso quiere decir que van a acatar lo que diga respecto a la cuestión lingüística en la educación, supondrá un cambio importante" pues "hasta ahora no se ha puesto en practica".

Wert dice estar dispuesto a un gran acuerdo nacional para atajar el fracaso escolar, aunque precisa que no le parece que éste se pida como conditio sine qua non para hacer una reforma, "cuando hasta ahora todas -apostilla- se han hecho sin pacto".

La asignatura de religión

Pero no terminaron ahí. La asignatura de religión también ha sido objeto de preguntas: "¿Por qué tiene que estar la religión en la escuela?". "¿Por qué un padre tiene que elegir entre religión o valores sociales y culturales?". "¿Cuánto han influido los obispos en esta reforma?".

En este sentido, Wert ha subrayado que el que la religión tenga que estar en la escuela es "una opción política, hasta ahora invariablemente mantenida por los sucesivos Gobiernos". Además, mantiene que no pretende "que la educación sea un mundo que pueda quedar al margen de cualquier supuesto ideológico".

Recortes y calidad

O bien los "recortes" en Educación. Empleando el argumento que liga la calidad de la enseñanza a la inversión dedicada, le preguntan al ministro: "¿Nos podemos permitir recortes con un 26,5% de abandono escolar y los mediocres resultados de los alumnos?". En esta ocasión, también se desenvuelve el ministro: "En 2000, que hubo PISA, había un gasto educativo de 27.000 millones de euros y en 2009, de 53.000 millones. Se dobla la inversión y el resultado en PISA es peor. Además, los últimos datos dicen que España está por encima de la media de la OCDE en inversión por alumno. Por otra parte, en los años en los que ha bajado la inversión se ha reducido el abandono en cuatro puntos. Y no lo digo como mérito propio. El abandono entre 2003 y 2007 tiene que ver con el ladrillo".

Además, dice que "sería una simpleza decir que los recursos no importan", pero hace hincapié en que "no tiene que haber una relación lineal" entre esta pérdida y resultados. También dice que los libros de texto son "carísimos" y que hay que buscar alternativas: "La mochila digital -explica- permite los mismos o más contenidos".

El ministro peor valorado

Finalmente, sobre su persona le preguntan por la nota que saca en las encuestas del CIS –el peor valorado del Ejecutivo-. Dice que su facilidad para expresar "lo que pienso, las pocas reservas" provoca "pasiones encontradas, más encontradas de un lado que de otro". Cree que se ha convertido en un "objeto fóbico", pero "me ha tocado a mí y lo llevo con naturalidad." Añade que "yo repaso las cosas que dicen de mí y las que digo yo del prójimo, y hasta donde yo sé no he insultado a nadie y a mí me han comparado con Hitler, con Franco".

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