El nuevo Código de la Circulación, que se aprobará durante la próxima primavera, traerá cambios en los límites de velocidad. Así lo confirmaron este miércoles los principales responsables en la materia, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y la directora general de Tráfico, María Seguí.
El cambio seguro es el que se llevará a cabo en las carreteras convencionales. Interior considera que no es proporcional la diferencia entre el límite de velocidad en autovías/autopistas y el de las convencionales, y aboga por reducir la velocidad máxima a la que se puede circular en este último tipo de vías.
Según los datos facilitados por el ministerio este mismo miércoles, el 77 por ciento de los fallecidos por accidentes de tráfico durante 2012 –muertos hasta 24 horas después del accidente– se dieron en las carreteras convencionales, mientras que en las vías de alta capacidad se dieron tan sólo el 23 por ciento de los mismos.
Ni Fernández Díaz ni Seguí cuantificaron en cuánto se reducirá este límite de velocidad en unas carreteras que representan el 90 por ciento de la Red de Carreteras del Estado, aunque la previsión es que se pudiese reducir en, como mínimo, diez kilómetros por hora. Tampoco especificaron si todas pasarán a tener el mismo límite o seguirán siendo diferentes en función de la calzada y los arcenes existentes en las mismas.
Se mantiene en estudio, todavía, si el límite de velocidad se aumentará en las autovías y autopistas. A su llegada al Gobierno, el PP se mostró partidario de aumentarlo, algo que también han apoyado otros partidos políticos como CiU. Ambos cifraron el nuevo límite en 130 kilómetros/hora, aunque las asociaciones de automovilistas siempre han sido partidarias de aumentarlo hasta los 140 kilómetros/hora.
En ese debate tampoco está claro si el aumento de velocidad se haría lineal, en todas las circunstancias, o se regularía a imagen de países vecinos como Francia, donde el límite máximo de seguridad en este tipo de vías varias en función de si es un día de buena visibilidad o está lloviendo o hay niebla.